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La esperanza brotó en el interior de Steven cuando vio que Lapis y Garnet se fusionaban, creando a Turquoise. Pensaba que por fin la terrible amenaza que representaba Onyx iba a ser neutralizada. Por fin se acabaría ese ciclo de batalla y reto que había empezado cuando Peridot mandó a su primer robot con forma de Perla. Por fin el pequeño pegaría ojo por las noches.

Toda su esperanza se fue cuando vio la facilidad con la que Onyx venció a Turquoise utilizando las cadenas de agua de la fusión. Vio horrorizado cómo Onyx las desfusionaba y arrojaba a Garnet a la playa, como quien se deshace de un bocadillo caducado y en putrefacción. Sintió el dolor que Lapis experimentó cuando su pecho fue atravesado por la garra de Onyx.

Sintió terror cuando el mar se volvió loco ante la nueva forma de Onyx. Y, la última emoción que sintió fue una pizca de curiosidad ante aquel bloque negro que había surgido de las aguas. "Es hora de jugar en mi terreno" había dicho al terminar de sacar aquel bloque. ¿A qué se refería? ¿Cuál era su terreno? ¿Qué escondía aquel bloque flotante? La suspensión le estaba matando por dentro.

Al final, Onyx habló, mientras volaba con la forma de Lapis Lazuli.

Onyx: Ha llegado fin. No más huidas. No más trucos. Todo acaba aquí y ahora.

La gema enemiga descendió y entro por lo que parecía la entrada al bloque.

Garnet se reincorporó. Miró a Perla y a Amatista, preguntándolas con la mirada que es lo que harían.

Perla: Ya la habéis escuchado. Debemos mostrar la cara. Está en un lugar hermético. Es nuestra oportunidad.

Amatista: P tiene razón. Vamos a acabar esto.

Garnet: Puede que no podamos. Es un lugar cerrado. No sabemos cómo es, ni sabemos lo que nos puede esperar ahí dentro. Pero hay que acabar todo esto de una vez por todas.

Perla y Amatista saltaron y llegaron a la entrada de un salto. Garnet desde la orilla les pasó a Steven y a Connie, que les cogieron a la primera. Garnet se reunió con ellos en la entrada. Entraron y una oscuridad se los tragó al cerrarse la puerta de entrada. Pero, increiblemente, podían ver algo.

Onyx salió del suelo con una sonrisa enorme y bajo la forma de Lapis aún.

Onyx: No puedo creer que seáis tan estúpidas. De verdad me habéis seguido hasta un lugar cerrado, sin escapatoria, sin saber lo que podría haber aquí dentro. Me habéis servido la victoria en bandeja de plata. Esta vez si que no tenéis las de ganar, ni siquiera saldréis de aquí vivas.

Garnet: ¡¿Qué es este sitio?!

Onyx: Oh, ¿no lo sabes, Garnet? Pensaba que tu visión futura te lo revelaba todo. Bienvenidas, Gemas de Cristal, a mi espléndido laberinto. Que os lo paséis bien. Va a ser todo un espectáculo.

Onyx empezó a fusionarse con el suelo a una velocidad alarmante. Garnet corrió para detenerla. A medio camino, Onyx ya había desaparecido y un muro negro aplastó a Garnet contra la pared, separándola en Ruby y Sapphire. La gema roja se quedó a un lado del muro y la gema azul a la otra parte. Y lo más sorprendente es que todas las demás habían desaparecido de repente.

Habían entrado en la boca del lobo hambriento y despierto.


Ataque A Las Crystal Gems 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora