Capitulo 6

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Narra Liam

Estábamos llegando ya al pueblo, y llame a mi madre como me había pedido. Me dijo que ella estaba llegando ya a casa y que esperaramos y así nos abría la puerta.

Cuando aparcamos pude ver delante de mi la hermosa casa en la que me había criado, y a la que solía ir siempre que podía. Ahora la había pintado de blanco, y me acuerdo que en un descanso de la gira ayude a mi madre a pintar en la ventana del desván un marco rojo, para darle un toque más nuestro como ella decía.

Bajamos del coche y cuando estábamos descargando las maletas oí un grito de mi madre por detrás. Me gire y la vi, no pude evitar sonreír

-¡Mama!- dije cuando ya estaba lo suficientemente cerca como para abrazarla - No te imaginas lo que te extrañe - añadí sin soltarla a lo que ella rió y me con un "yo igual Liam"
- Hola chicos- dijo refiriéndose a mis amigos
- Hola Karen- contestaron ellos, intentando que sonara a la vez, pero fue un fracaso absoluto que hizo que yo riera
- Bueno, vamos dentro, supongo que las chicas estarán allí - dijo mi madre sonriendo y acercándose a la puerta.

Abrió la puerta y dejamos las maletas en la entrada

- Hola chicas ya estamos aquí - grito mi madre hacia toda la casa, pero nadie contestó - ¿Chicas? ¡¿Hola?! - grito con un deje de preocupación hasta que oímos que venía una música del jardín y nos dirigimos hacia allí

Cuando llegamos al jardín salimos al pequeño porche que había en la puerta de atrás, y pude ver a dos chicas bailando como locas y riendo.
Una era un poco más bajita que la otra, y tenía el pelo negro y a la altura de los hombros, mientras que la otra era más alta y con el pelo marrón y rizado, por mitad de la espalda más o menos. En seguida supe que esta segunda era mi prima, sólo que ya no tenía un cuerpo de niña, se había estilizado mucho.

Narra Clara

A la mañana siguiente nos despertamos bastante tarde, estábamos muy cansadas del viaje. Mire a la otra cama que había en la habitación (en la cual dormía Maria) y no la vi. Me senté un poco confundida al no verla, pero supuse que estaba en el baño, así que me dispuse a bajar a desayunar. Cuando baje los pies de la cama, quedándome sentada en esta, una mano me agarró del tobillo haciendo que pegara un brinco acompañado de un pequeño gritito.
Maria salió riéndose de debajo de la cama

- No quieras empezar una guerra de sustos, que sabes que puedes perder - dije con un tono de molestia pero con una sonrisa traviesa en la cara
- Anda vamos a desayunar que tengo hambre - dijo ella riendo

(Quiero aclarar que las conversaciones entre Clara y Maria cuando estan solas son en español, y el resto son en inglés)

Bajamos a desayunar y vimos una nota en la cocina. Era de mi tía, decía que se iba a trabajar y que llegaría por la tarde ya acompañada de los chicos.
Maria y yo nos miramos sonrientes estaríamos todo el día solas. Decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo y llevamos los skates por si podíamos patinar en algún sitio.

Las horas se pasaron volando y se hizo en seguida la hora de comer.

- Yo no digo nada, pero ahí hay una pizzeria en la que se pueden coger pizzas para llevar a casa - dijo Maria sonriendo y levantando las cejas repetidas veces, lo que hizo que yo soltara una carcajada
- Yo no digo nada, pero voy a entrar a comprar una hawaiana familiar - dije haciendo lo mismo que ella y dirigiéndome a la pizzeria

Compre la pizza y nos dirigimos de nuevo a casa. Comimos viendo una peli y después de comer vimos otra.

- Me aburro como una ostra - dije suspirando y poniéndome boca abajo en el sofá
- Yo no digo nada, pero he visto un aparato de música con unos grandes altavoces en el jardin- dijo siguiendo con la broma que teníamos desde antes de comer y haciendo que yo me riera y rodara los ojos muy exageradamente
- ¿Que me estas sugiriendo? - le conteste mirándole pervertidamente
- Música, altavoces, jardín, tu, yo, bailando... Piensalo - me dijo siguiendome el rollo y haciendo que las dos estalláramos en carcajadas
- Mmmm ya veo por donde vas - dije asintiendo y poniendo una cara como si estuviera empezando a entender el problema de matemáticas más complicado del mundo - Pues a que esperamos, ¡Vamos! - dije gritando la última palabra y haciendo que ella pegara un bote en el sofá, lo que hizo que las dos nos riéramos.

Nos levantamos del sofá y nos dirigimos al jardín.

Summer ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora