Summer Forever

Capitulo 13

Narra Liam
Seguíamos abrazados, hasta que note como Clara estaba temblando, por lo que la separe de mi

-¿Voy a tener que sacarte?- dije haciendo referencia a cuando era pequeña y no quería salir de la piscina, se quedaba en el agua hasta que tenía los ojos morados y tenía que entrar a la piscina para tener que sacarla.

Ella sonrió y me miró con ternura, por lo que entendi que también se acordaba de eso

-Anda vamos, que tengo frio- dijo riéndose y nadando hacia la escalera

La seguí y salimos los dos de la piscina, cogimos las toallas y empezamos a secarnos.

Narra Clara
Me escurri el pelo antes de entrar en casa para no mojar todo el suelo.
Entramos y vi como estaban todos sentados en el sofá y viendo la tele, con razón no había nadie fuera cuando habíamos salido del agua.

-Gracias por avisarnos - dije con todo el sarcasmo que pude, pero sonriendo.
- Es que estabais tan tiernos- dijo Maria -parecía un abrazo de película, daba pena separaros- añadió, haciendo que me riera, ya que ella y yo cuando hacia mucho que no nos veíamos nos abrazábamos a cámara lenta, como en las películas.
-Voy a cambiarme, tengo frio- dije riendome aún.

Nos dirigimos hacia las escaleras, y vi el movil de Harry puesto en una mesa,lo cogi y lo cambie a otra mesa al lado, hecho esto mire a Louis y vi que me miraba confundido, le guiñe un ojo dandole a entender que seguiamos con la broma, a lo que sonrio y me guiño un ojo de vuelta. Subí con mi primo y vi como el se metió a su habitación. Yo me dirigí a la mía y entre al baño, me metí en la ducha, me desvestí y entre en la bañera. En seguida note el agua caliente cayendo por mi cuerpo, me podría quedar allí el resto de mi vida, es fantástica la sensación.

Después de un rato salí, y me puse mi pijama y encima mi sudadera de Calamardo, es mi sudadera favorita, pero ya esta tan vieja que no puedo ponérmela para salir a la calle, así que la uso para estar por casa.
Estaba haciéndome los rizos cuando llaman a mi puerta.

-Clara, me mandan a decirte que ya esta la cena- dijo Louis con un acento gracioso y haciendo una reverencia, este chico me encantaba, podríamos ser grandes amigos, pero no me encantaba tanto como Harry... Dios Clara, que estas pensando, no puedes pensar estas cosas, no puede gustarte Harry. -Hey, ¿estas bien?- oí una voz a lo lejos, le mire y sonrei -te habías quedado empanada- añadió sonriendo.
-Si, me suele pasar- dije riendome, haciendo que el se riera también -anda vamos, que tengo hambre- le dije mientras que caminaba hacia la puerta, y al pasar por su lado le hice una reverencia parecida a la que el me hizo al abrir la puerta.

Me dirigí hacia las escaleras y pude escuchar como se reía.
La cena transcurrió todo lo normal que puede transcurrir una cena con estos idiotas, y después de cenar decidimos ver una película de miedo.

A Maria no le gustan las pelis de miedo, así que se subió a dormir, y aunque yo insistí todo lo que pude y más en acompañarla y subir con ella, no me dejo ni bien ni mal, ya que sabe que a mi me encantan esas películas.

Al final nos decidimos por ver El Silencio de los Corderos, es una de mis pelis favoritas, la he visto tantas veces que ya no me da miedo, pero cada vez que la veo descubro alguna cosa nueva.

Cuando la peli termino ya era muy tarde, así que decidimos ir a la cama, nos levantamos del sofá y yo les di un abrazo de buenas noches a cada uno, pero el de mi primo duro y fue más fuerte de lo normal. Le había echado muchísimo de menos, no entiendo como había podido pasar tanto tiempo sin sus abrazos, y sin hablar con el, ya que nunca tenía tiempo para hablar, o cuando el habría podido yo no podía, y pese a todo eso, nuestra relación estaba casi igual a la última vez que nos vimos. Digo casi igual porque había muchas cosas que habían cambiado, pero aún así seguíamos siendo Liam y Clara, tan sencillo como eso.

Nos dirigimos hacia arriba y yo me metí a mi cuarto, fui al baño a lavarme los dientes y me metí a la cama, todo eso intentado no hacer ruido, ya que Maria ya llevaba un rato durmiendo. En seguida caí en los brazos de morfeo, mientras recordaba lo bien que lo había pasado en ese sencillo día.