"Es lo que nos dio el destino "

" Hubiera sido perfecto"

Por la mañana temprano todos estaban ya de pie por la casa siendo día de semana ya que Shizuo entraba al trabajo desde temprano, Izaya le preparó el desayuno acompañándolo en la mesa.
-los niños?-
-siguen durmiendo - le contestó en pelinegro tomando de su taza de té. Se veía algo afligido ya que no quería estar sólo en casa pero sabía que no podía hacer nada más que cuidar de sus hijos, y Shizuo sabía muy bien de sus preocupaciones.

- recuerdo a esa pulga molesta que no temía a provocarme ni a mi ni a nadie, se peleaba con quien le diera la gana y no temía...-
-S-Shizu-chan!- le llamó molesto.
- esa actitud es la que debes sacar ahora para estar tranquillo, nada te pasará en casa. Bien?- le dijo acariciando su mejilla. Izaya comprendió lo que el rubio había dicho antes sonriendole con cariño para cerrar sus ojos ante aquellas caricias, lo que provocó en el alto el impulso de véase sus dulces labios color cereza, impulso al que le dejó ser tomando del mentón del pelinegro.

Shizuo se levantó de la mesa al acabar el desayuno y comenzó a lavar los platos con Izaya pwado a su espalda abrazándolo, en verdad no lo quería dejar ir, por lo que el peliclaro pensaba pedir salir antes para poder llegar a casa junto a su familia.
Con un beso en las mejillas dormidas de sus hijos y con uno en los dulces labios de su pareja, partió a el oficio con su traje de negro y camisa blanca y sus gafas de sol que le hacían ver tan increíblemente sexy a los ojos de su chico.

- cuidate y cualquier cosa me llamas-
- lo sé, que te vaya bien en el trabajo- le deseó poniéndose de puntitas para alcanzar los labios del rubio y darle un tierno beso.
-nos vemos pulga- le sonrió devolviéndole el beso sobre su frente para comenzar a caminar.

Sólo en la casa los niños aún no despertaban y sin saber qué hacer comenzó con los deberes del hogar. Le gustaba hacerlos? No, para nada, eso siempre lo hacía Shizuo, pero el aburrimiento mueve montañas y eso incluía las montañas de ropa sucia de los cuatro de la casa.
Limpió la cocina cuando siente a Psyshe balbuseando en la habitación y les prepara el biberón a ambos. Si el de rosa estaba despierto quiere decir que el rubio también.
Los niños no lloraban así que sólo siguió con la aspiradora por la alfombras.

La mañana se pasaba volando de aquel modo intentado calmar su mente, cosa que el rubio aún no conseguía hacer...
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Shizuo caminaba como león en zoológico gruñendo a cualquiera que lo viera tras sus gafas, no soportaba la idea de que su familia estuviera desprotegida y sólos en casa, eso le erizaba la piel pero para Tom mucho mejor ya que ningún busca pleitos se le pasaba por la cabeza entrar al local.

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Mientras barría la terraza Izaya recibe una llamada algo extraña. Sus hermanas nunca le llamaban pero esta era la ocasión y les contestó.

- Mairu?-
- hermano!-
- no grites mujer, qué ocurre?-
-e- es papá-
- Ése viejo las fue a ver?! Con qué descaro?-
- vino y...se veía molesto, y creo que era contigo, gritaba como histérico y al parecer no pensaba irse por un buen tiempo de la ciudad. Tengo miedo por ustedes-
- Tú con miedo Mairu-chan?-
-pero...!-
- Tranquila, nada a ocurrido por aquí, si? Todo estará bien, y si vuelve a poner un pie en su departamento, me llaman y yo iré incluso si es necesario con la policía.-
-...bien...-
- cómo está Kururi-chan?-
-ella bien, cuando llegó a casa había ido a comprar algo de beber y creo que se sorprendió al ver a papá en la casa.-
-ya, sólo no dejes que comience a alarmarse, si? Es tranquila, pero la conoces-
- claro. Bien hermano, te dejo.-
- bien, nos vemos luego-
-si- luego de aquello ambos colgaron.

Izaya se fue donde los niños con los biberones y los dejó sobre la cama recostándose con ellos viendo al techo.

El silencio invadió la casa, se podía sentir la brisa chocar con el vidrio de las ventanas y a las personas parar fuera del departamento sonriendo con nostalgia pensando en cuando recorría las calles sin temer a encontrarse con enemigos o con quien quisiera pelea, pero ahora debía cuidar de sí, pero por sus hijos.

Cerró sus ojos respirando hondo para quedarse así por unos minutos hasta oír la cerradura de la puertas siendo forzada, se sentó violentamente en la cama viendo por la puerta abierta, la que daba al exterior.

Tomó a los niños rápidamente y los dejó en el cuarto de baño con los biberones a medio tomar y estos sólo vieron como cerraba la puerta sin entender nada con aquella inocencia de no saber qué pasaba a su alrededor.

Tomando la antigua navaja de su velador se ocultó a un lado de la cama sintiendo como la puerta era forzada aún más y marcó rápidamente al número de Shizuo.

-Hola? Izaya?-
-Shizuo... Quieren entrar a la casa-
- Qué?!-
- Que quieren abrir la maldita puerta y no sé quien es!!-
- Tranquilo, voy para allá... Izaya?-
La llamada sonó cambiada y una voz familiar sonó desde el otro lado.
-hola?-
- Quién eres?!-
- Shizuo-san, hablas con Orihara-
- jodido viejo! Qué le hiciste s Izaya!!-

El rubio gritaba a todo pulmón sin importante que lo vieran y sobre todo su jefe que le veía con preocupación.

Izaya estaba con na boca tapada por unos hombres de negro que le tenían un paño sobre su nariz y boca haciendo que cayera inconsciente mientras su padre hablaba con libertad.

- no escupas perrito, que nunca le haría algo a mi hijo...a menos que se lo merezca.-

- maldito...-
- bueno. Veo que no podré negociar contigo en ese estado así que llamaré luego. Nos vemos~-
- Espera!!- la llamas se cortó dejando al rubio estupefacto por el corte oyendo el "pip" de la línea.
En menos de 20 minutos llegó corriendo a su piso llegando al departamento para ver la puerta rota y a miles de vecinos noqueados. Corrió al fondo de la casa pero ya no había nadie, excepto pequeños ruidos del baño.

Abrió levemente viendo a los niños jugar con el agua del piso del lavado con sus Inocencias a flor de piel. A Izaya se le habían llevado a la fuerza, era claro por un terrible desorden dentro de la casa y la lavadora prendida junto a una olla que olía a quemado... Todo hubiera sido perfecto, entrar a casa y haber visto al pelinegro cocinando para la cena. Los niños jugando, la casa limpia como un castillo...y arruinado como un mal final de película.

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Hola ternuritas!!
Buenop, se dirán. Cómo se te ocurre dejar el capítulo hasta aquí?! Pero es porque si lo seguía sería ya como si continuara con el segundo capítulo haciendo spoiler y quedaría feo si lo hacía hasta la mitad u.u

Mil bechitos para ustedes y no olviden dejar sus lindos votitos y comentarios! Byee!! <3 <3 <3