"Quién lo diría" Final.

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No puse comentarios en el cap. Anterior pooooorque si no escribía esta parte de corrido se me iría toda la historia al olvidito😂💕
Así que e aquí la última parte de esta bella historia 😢😢💕💕
Espero lo disfruten y si les gusta quizás hagamos una continuación o extra del hard XD.
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Izaya consiguió contactar a uno de sus muchos deudores que resultó ser un santo en unir a personas en matrimonio y por cosas de la vida aún no conseguía escapar de la ciudad así que a buena hora decidieron fecha y lugar para la unión de Shizuo con Izaya, además que las tenían todas de sus lado, como los hijos que eran directamente sangre de ambos.

La ceremonia fue fugaz, íntima y muy reservada con los invitados, sólo aquellos que merecían presenciar el acto y lo valoraban, además que no podían dar señales de que Shizuo seguía con vida. Ellos querían la bendición pero no por papeles, sólo por palabras ya que tampoco podían dejar registro de alguien que tuviera que ver con ellos dos después del accidente. Shizuo vistió de traje azul marino, corbata y camisa blanca mientras que Izaya lucía un traje color crema, el blanco no era lo suyo y el negro era lo cliché.

Psyche y Tsugaru  eran el centro de atención, ya que eran los bebés más carismáticos y animados de la pequeña celebración y testigos de la bella familia que tenían. Pero se les aproximaba la despedida más Dolorosa también, ya que la familia Heiwajima ( ya que se usa el apellido del padre en la familia en general) debía marchar a EE.UU para poder vivir en paz al fin. Era peligroso quedarce en aquella ciudad que los había visto pelear por el amor, eso era lo que más le dolía a Izaya, ya que todo lo había convertido en un hombre nuevo y emocional, pero debían renunciar a su pasado para poder continuar sin miedo.

Kasuka les ayudó cediéndoles la casa que tenía instalada ya hace tiempo en el país extranjero como regalo de bodas para ambos, pero no se las puso a sus nombre por seguridad, debían calcular cada movimiento en su nueva vida por un tiempo determinado hasta que todo se viera bajito control y se calmaran las tensiones. Shizuo fue quien más tuvo problemas con el idioma ya que Izaya lo hablaba muy bien, esto le ayudó a conseguir trabajo en diferentes partes además de sus habilidades financierad y manipulación de ganancias, fue muy codiciado su servicio.  Shizuo por su lado no le quedó de otra que dedicarse a la casa hasta que las cosas mejoraran, no podían darse el lujo de contratar a alguien que limpiara y cuidara a los niños ya que aún no estaban en edad de quedar en guarderías.

Ya nada les detenía de ser felices y sólo él futuro decidiría lo que pasaría después. Pero todo esto aún debían construirlo, ya que Shizuo despertó del coma.

Narra Shizuo:

Estoy en un hospital totalmente desorientado. ¿¿Dónde está Izaya?? ¿¿dónde están los niños?? Quiero verlos! ¡QUIERO VERLOS!.
Mis recuerdos son tan claros, tan limpios, Izaya estaba conmigo, me estaba abrazando, los niños jugaban en la alfombra de nuestra casa ?dónde quedáron?.

Traté de calmar mi mente y saber qué estaba pasando, vi mi brazo, no tenía las cicatrices de la caída del precipicio, los letreros de una habitación de hospital me rodeaban, pero todo estaba en japones, ¿sigo aquí? ¿pero cómo?.

Decidí salir de la cama y ponerme mi ropa, una camisa blanca y jeans me esperaban sobre una mesa, vi una tabla a pocos metros de mi, una ficha que tenía mi nombre y decía que...estuve en coma tres meses.

Quité de mi cuerpo las agujas y parches antes de vestirme y salir de la habitación completamente desorientado. En un segundo estaba en un lado y en otro aparecí de vuelta en Japón.

Salí a la calle, ya está todo oscuro en Ikebukuro y el viento helado corría por su cuenta. ¿Dónde están?.

Y ante esa pregunta, apareció él, brincando y tarareando una dulce canción mientras el abrigo negro le flotaba en cada pasito. Izaya cruzó la mirada conmigo, estábamos cerca de mi casa, y su mirada fue...diferente, él estaba diferente, como...antes de todo, antes de aquella noche en que concebimos a los niños.
Su olor es diferente, al metro que le tengo de distancia lo siento, es aquello que olí por el experimento de Shinra.

-¡Shizu-chan!. Corrió a mi lado y me abrazó- ¿¿Por qué me has estado ignorando??

Y todo se hizo más claro ahora... Recordé todo, caí en coma luego de una pelea bajo drogas que me hicieron consumir contra mi voluntad, eran 20 contra mi y yo no estaba con todos mis sentidos, gané pero caí luego de eso y anteriormente estaba ignorando y evitando a Izaya....entonces todo lo que vivi ¿fue un sueño?....No. El olor que bota Izaya me dice que no, la situación me dice que no, y mi izaya del futuro me dijo " a quien le importa, si yo quiero lo haré". Así que no perdí el tiempo y robé el aliento de su boca tapándola con la mía.
-Sh-Shizu-chan!-
-calla bebé- le dije tomándolo con fuerza de la cintura para que no se pudiera alejar ni tratar de cortar el beso.

-quiero que subas a mi departamento.- le pedi, ya que no lo quería forzar y llevarlo a rastras, sabía lo que debía pasar para poder cuidar nuestro futuro.
-Yo...yo quiero.- me respondió tímidamente.
-y si quieres lo harás.- le Sonreí, y lo llevé de la mano hasta mi privacidad.

Pasó lentamente por el corredor, una tenue luz noctura atravesaba las cortinas azules y dejaba ver su hermosa silueta, me miraba acorralado en la muralla y yo me pegué a él tratando de inhalar lo que el exaltaba y sintiendo cada espasmo de su tímido lenguaje corporal.

Tomé de su mano y besé la palma de esta, algo que hacíamos en la intimidad con quien tuvo a mis hijos. El rubor se apoderó de su pálida piel y me miraba bajo sus espesas pestañas oscuras.

-nada que tú no quieras.- podía notar el debate en su mirada de responderme y dejarse ser o resistirse, hasta que posó su mano sobre mi nuca y se despegó de la muralla.

-Si prometes ser gentil, te daré todo.

Lo tomé modo koala y lo llevé a la cama de manera estable, sentía ya mismo pantalones apretados y los de él contra mi abdomen también, el cuerpo y el alma son tan sinceros.

Despojándolo de sus prendas la vista era aún mejor, fresca, nueva y joven, amo este cuerpo porque sé que soy el primero en poder tocarlo de este modo, y el último en hacerlo, yo me encargaré de ellos.

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Dos años más tarde, estamos instalados nuevamente en EE.UU le conte a Izaya toda la historia, pero no me creyó, más bien sonrió y me dijo que le contara esa historia a los niños cuando estuvieran más grandes.

Quién lo diría, lo conseguimos de nuevo.

Fin

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Gracias por el apoyo y amor a esta historia hasta el día de hoy💕. Espero que nunca la olviden y nos sigamos contactando 👿❤
Byeeeeee
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