||Eres Una Bonita Coincidencia|| -SaiGenos-

Capítulo once: "Si te tiendo la mano, tómala"

- ¿Que estudiará?-

- Son algunos libros de ciencia-

- Entiendo..-

Explicando algunos puntos de el libro el cual anotó las principales ideas del texto, Saitama miraba algo impresionado al joven, con facilidad podría ser mejor profesor que él mismo.

- Mmh..- Veía la guía atentamente, hasta que un pequeño insecto pasó junto a él, robándole la atención.-

Genos le dio un golpe a la mesa, con un periódico que tenía enrollado.

- No se distraiga, Saitama sensei.- Dijo severo.-

"No permitiré que repruebe"

Saitama palideció y comenzó a hacer la guía con la -poca- información que le entró a su cabeza.

- ¿Qué gano si estudio?- Preguntó haciendo un berrinche, apoyando una de sus mejillas en el dorso de su mano, mirando amargamente hacia la guía que Genos le hizo.-

- Un mejor futuro.- Contestó.- Mayor ingresos al hogar y... ¿No tenía deseos de ser profesor Saitama sensei?-

- Si, si pero... No me gusta estudiar esta materia...-

- Ganará algo si contesta bien la prueba.-

Los ojos del azabache brillaron.

- ¿Qué cosa?- Cambio su postura, y sonreía ligeramente.-

Genos se quedó en blanco.

"No puedo hablar tranquilo con él"

Se sonrojo.

- ¿Qu.. ¿Qué puedo hacer por usted?-

"Esta siendo.. Más abierto conmigo"

Apretó sus labios evitando una sonrisa.

- Mmh... Ya veré que pedir.-

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- Con esto basta...- Revisó la prueba improvisada que le hizo a Saitama.- No podemos seguir así, no haz avanzado.-

- ¿Podrías venir otro día?- Preguntó con la mirada aburrida y con la ceja alzada.-

- Po- em... Podría.- Se tensó, mordiendo su lengua evitando su nerviosismo.-

- Yo me iré.- Aviso.-

- Vamos, te dejare en la puerta.-

Genos mordió sus labios y camino de manera rígida, evitando sonrojarse cosa en la que claro esta que.. Falló.

- ¿Eh?- Salió de los labios de Saitama al abrir la puerta y toparse con la anciana hablando en el marco de la puerta con unos hombres, algo sospechosos a su parecer.- Espera un momento Genos.-

- ¿Suc--

- Solo quédate allí y no salgas hasta que te diga.- Habló con autoridad y con voz firme Saitama, su mirada se oscureció al ver la insistencia de los sujetos.-

- Si Saitama sensei...- Miro hacia el suelo, adentrándose al departamento.-

Camino con pasos marcados hasta donde se encontraba la anciana, con la mirada seria.

- ¿Qué sucede aquí?- Preguntó detrás de los hombres, quienes vestían formalmente.-

- Tenemos un asunto con la señora, no es su asunto joven.- Contestó el de cabello castaño.-