||Eres Una Bonita Coincidencia|| -SaiGenos-

Capítulo veinte:"Algo que salga"

Se encontraba en un auto, rumbo a lo que seria su nuevo hogar.

Miraba por la ventana asustado, Hikari lloraba disimuladamente al no poder salvar la adolescencia de ese chico.

Todos sufrían.

Titara lloraba al no reconocer algunas fotos que le mostraban.

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- ¿Genos?- Tocó la puerta un par de veces más.- Oh, Hikari... ¿No?- Preguntó inexpresivo pero con la mirada suavisada.-

- Si... Este... ¡Vera!-

- ¿Dónde esta Genos?-

- Se lo llevaron...- Dijo la joven escondiendo su cabeza en los hombros.- No pude hacer mucho... Lo siento...- Sollozó.-

Saitama miró a la joven mientras esta se torturaba sola, frunció el ceño y pensó en un orfanato, solo uno conoce... En el que estuvo Koro y el hermano de ella.

Eran las 8 de la noche, era un clima horrible y caminó tranquilo por las calles con exactamente la misma ropa que traía consigo en el trabajo. Miraba distraído los juguetes o demás cosas de las vitrinas de los locales, ¿Llamar a Genos? No puede, ¿Comunicarse con él? Menos, siquiera tiene la certeza de que estará allí en ese jodido orfanato.

Se sentía perdido.

Mas de lo usual.

Cuando finalmente llegó a este, se veía una especie de edificio bastante bonito a decir verdad, esperaba algo mas... Cutre, algo que diera miedo.

Estaba cerrado, y habían habitaciones con las luces encendidas.

"Mmh... ¿Y si tiro piedritas?"

Pensó inocentemente.

Y comenzó con su cometido, lanzando las que mas podía hasta que rompió un vidrio...

Un guardia -supuso que eso era Saitama- salió, gritándole grocerias y demás.

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- Que escándalo.- comentó un niño en una habitación en donde habían 4.-

- Siempre lo mismo, ¡hey! nuevo.-

Genos, levantó levemente la mirada.

- No me mires así, nos tocó a todos..- Río amargamente.-

- ¡G-Genos!- Gritó desesperado al ver como el guardia lo sacaba violentamente.-

Ese grito, gracias al estar en el segundo piso de ese extraño edificio fue mas que claro, esa jodida voz era imposible de confundir.

La voz del idiota que lo enamoró.

Se puso de pie, y salio corriendo descalzo, volteando su mirada a los compañeros de habitación que tenia y pidiendo con la mirada y una seña que hicieran silencio, ellos extrañados lo miraron mientras este cerraba la puerta y se iba.

Corría por las escaleras y vio la recepción, había una salida por fuera pero...

"No traje zapatos..."

Se encontraba con un pijama y sus calcetines, aun así se disponía a salir de allí, no podía quedarse.

"No puedo"

Suspiró y corrió hacia la puerta contraria.

"Tiene llave"

Frunció el ceño, al mismo tiempo que hacia lo mismo con sus labios. Buscó con la mirada con que salir, se encontraba el extintor... Lo tomó con mucha dificultad y con toda la fuerza que tenía golpeaba repetidamente la manilla de la puerta. El guardia que hecho a Saitama de aquel edificio caminó de vuelta divisando al niño, corrió rápidamente frunciendo el ceño dando pasos marcados.