||Eres Una Bonita Coincidencia|| -SaiGenos-

Capítulo doce: " Caballerosidad"

Caminaban por las calles vacías y desoladas de cuidad Z, Genos miraba cabizbajo hacia el suelo. Suspiró soltándose del agarre que Saitama tenia en su muñeca, este a punto de regañarlo fue sorprendido por el estudiante, quien le tomó la mano apretándola fuertemente.

Miró espectante ante la acción cometida, Saitama de mantenía quieto mirando su mano y la de Genos, este tenia las manos frías pero era una sensación agradable .. Demasiado.

"Nos podrían ver"

Fruncio el ceño.

En silencio no soltó el agarre y camino arrastrando a el estudiante a una calle que no sea una principal, Genos mantenía un color rosa pálido en sus mejillas, brindándole un aspecto tierno y algo infantil.

"Debería pensar donde nos quedaremos...."

Paró en seco, mirando hacia delante, como si la respuesta mágicamente apareciera frente de él, chispeo la lengua algo molesto.

En su mente, por primera vez apareció una idea a los breves minutos.

"Por lo que oí ahora esta en un hotel"

Caminó esperanzado, sin fijarse en que apretó aun más la mano de Genos, este tenia una pequeña sonrisa nerviosa.

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"Estúpida lluvia"

Pensó Saitama al ya estar dentro del hotel, agradeció no haberse mojado demasiado, Genos corrió la misma suerte. Buscaba la recepción olvidando que iba tomado de la mano del estudiante, cuando finalmente la encontró sonrió infantil y se acercó con un aire alegre.

- Buenas noches.-

- ¿Tan rápido te despidieron?- Contestó el joven que atendía, con una sonrisa ladina.-

- Pregunto lo mismo.- Sonrió con algo de arrogancia.-

- ¿Qué necesitas?- Cuestionó.- Es decir, no es muy temprano que digamos.-

- Pasaré la noche aquí.-

- Oh... ¿Otra vez te echaron del depar--..- 

- ¡NO!- Contestó alarmado.- Solo dame una habitación.-

- Esta bien, esta bien, estas más histérico que mi estúpida hermana, sabes cuanto es por noche ¿No?-

- Si.-

- Bien y..-

- Que sea una habitación con 2 camas.- 

El ex compañero de trabajo de Saitama, Kazu.. Abrió los ojos levemente sorprendido, rápido relajó su mirada.

- ¿Una acompañante?- Contestó algo extrañado.-

- Más bien un.-

El castaño abrió aun más sus ojos, bien no se había fijado en el pequeño acompañante de Saitama, quien estaba junto a el con un silencio en el que no se le sentía siquiera la presencia.

- Bateabas para ese lado.. Meh, no debería ser extraño, la secretaria del jefe practicamente te regalaba su trasero y tu sin inmu--

- ¡Deja de hablar de más!- Apuntó algo disgustado a su algo pequeño compañero.-