Capítulo 3

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Me desperté por culpa de una pesadilla, Lia estaba dormida en el sillón, Brenda estaba en un colchón en el piso.

Siempre me despertaba, desde la muerte de mis padres nunca volví a dormir, pero en este nuevo mundo teníamos que estar alerta, teníamos que estar pendiente todo el día, nunca estas a salvo.

Escuché voces afuera.

Levanté a Brenda que era la que estaba más cerca.

Ella despertó muy asustada.

  — ¿Qué pasa? — Preguntó.

  — Hay alguien afuera, creo que son los mencenares. Escóndete.

Ella se fue agachada hasta llegar al sótano,  ahí cerró la puerta.

Le hablé a Lia, ella se despertó asustada.

  — ¿Zombies?

Negué con la cabeza, escuché como forzaban la entrada.

— Son mercenares. — Dijo ella.

Le hice una señal para que fuéramos al piso de arriba, nosotros fuimos lo más sigiloso posible, empezamos a subir las escalera, cuando íbamos a la mitad, lograron entrar, en la entrada estaba cinco jóvenes, todos nos quedamos viendo.

— ¡Corre! — Dije. 

Lia y yo corrimos hasta el piso de arriba, escuchaba las pisadas de los demás estaban cerca de nosotros.

Íbamos a entrar en una puerta, pero todas las puertas estaban cerradas.

Ellos ya habían subido y nos estaban apuntando con las armas. 

Yo fui el primero en subir las manos en signo de paz.

Lia imitó mi acción.

— Por favor, déjenos ir, nosotros nos iremos ahora mismo.

— No les hemos dado permiso de hablar. — Dijo un joven de pelo rubio, ojos cafés y tenía cortadas en su cara. — Bajen, ahora.

Nosotros bajamos las escaleras y nos sentaron en el sillón.

— ¿Hay alguien más en la cabaña?

— Solo somos nosotros. — Dijo Lia.

— Por su bien, espero que me estén diciendo la verdad.

— Por favor, no nos haga daño, es más déjenos ir.

Ellos comenzaron a hurgar la mochila de Lia, traía :ropa, comida, medicamento, fotos y agua.

— Nos llevaremos esto.

—¡No!, si nos quita eso, moriremos.

— No nos interesa, ese no es nuestro problema.

Me quedé ahí, él chico sacó una artefacto muy extraño.

  — Jason, cuando de la señal, agarra la escopeta, la mochila y corre al sótano.

Asentí con la cabeza, nadie se había percatado de lo que había dicho.

— ¿Qué es esto? — Dijo el chico.

— Por favor, no presiones el botón rojo, por el amor de Dios, no lo hagas. — Dijo Lia.

—Tú no me dices que hacer.

Él presiono el botón provocando un ruido que hizo que me doliera la cabeza.

Ella golpeó al que estaba enfrente de ella, después golpeó al que estaba atrás, yo golpeé al que estaba en frente de mí, agarre la mochila y mi escopeta; corrí hasta el sótano. Me quedé en la puerta y vi como Lia, golpeaba a todos, cuando nadie la perseguía corrió hasta donde estaba yo, la dejé pasar, ella cerró la puerta.

The sixth zone #BEAwards2016  #SparkleAwards2016 #ZafiroAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora