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Capítulo 18

Seguimos caminando hasta que mis pies dolieron además de que ya habíamos caminado horas, habíamos descansando varias veces pero nada se comparaba con un largo descanso de varias horas, vamos Jason hay que hacer sacrificios en esta vida para lograr llegar a tu fin.

Me detuve para poder atarme las agujetas, las demás habían avanzado, de repente escuché como se quebraba una rama, agarré mi pistola y vi para todos lados esperando a que saliera un zombie o una persona.

No había nada, así que avancé cuando alguien me tomo del hombro y me tumbó, esa cosa se puso arriba de mí y trató de comerme, pude ver como su carne se estaba pudriendo y de él emanaba un nefasto olor a putrefacción.

Trate de empujarlo con todas mis fuerzas, pero no era tan fuerte.

Le di una patada quebrando su cuerpo en dos, me quedé sin habla y muy sorprendido al ver como la criatura aunque la hubiera partido en dos, seguía tratando de comerme, pero era más liviano así que lo arrojé, este se estrelló en un árbol, agarré mi escopeta y le disparé.

Respiré y entonces vi como de los árboles salían más zombies, agarré la escopeta y corrí hasta donde estaban las chicas.

Ellas estaban paradas.

— ¡CORRAN! —Grité.

— ¿DÓNDE ESTABAS? —Dijo Lia.

—Eso no importa, tenemos que irnos de aquí, ellos ya vienen.

Ellas me miraron con horror, de repente fui tacleado por un zombie, me iba a morder, pero Lia le dio una patada en su cabeza y él cayó al suelo.

Lia me ayudó a pararme.

Después los dos corrimos, logramos alcanzar a Mack.

Seguimos corriendo hasta que Mack se detuvo en seco.

— ¿Qué pasa? —Dije.

—Esto no les va a gustar.

Nosotros caminamos hasta donde estaba ella.

Logramos ver que ya no había camino, era el fin de una montaña.

—Tenemos que saltar.

— ¿Qué? —Dijo Brenda.

—Ven ese caminó, ese hay que seguir para poder llegar a nuestro destino.

Me quedé viendo, eran muchos metros de altura.

—Si saltamos, caeremos en el agua.

Un zombie se acercó demasiado, le disparé en la cabeza.

—Las damas primero. —Dije.

Ellas me fulminaron con la mirada.

—Voy primero, pero rápido.

Mack miró hacia nosotros, después al río.

Ella respiró y se lanzó nosotros la seguimos con la mirada, escuchamos su gritó.

Cayó sobre el agua, no salía, después de un segundo salió y nadó hasta la orilla.

—No, no, no lo haré, no puedo. —Dijo Brenda.

—Tienes que, no te abandonaré, además será divertido.

Brenda estaba muy asustada y alterada.

—Saltaremos juntas.

Brenda no se calmó, Lia la agarró de la mano, y comenzaron a caminar lentamente a la orilla.

Brenda cerró los ojos y se lanzaron.

Las seguí con la mirada, Brenda no paraba de gritar hasta que tocó el agua, salieron y nadaron hasta la orilla.

—Vamos Jason, hazlo.

Metí la escopeta en la mochila, vi que venía un zombie, era ahora o nunca.

Corrí y salté, el viento hizo que se me levantará mi camisa, yo gritaba, sinceramente sentía demasiada adrenalina en ese momento, era asombroso pero a la misma vez daba miedo.

— ¡SANTA VIRGEN DE LA PAPAYA! —Fue lo único que logré gritar.

En menos de 20 segundos caí, al sentir el agua me dio mucho frío, el agua estaba helada, toqué el piso, me impulsé y logré salir a la superficie dando una gran bocanada de aire, nadé rápidamente hasta donde estaban las chicas.

— ¡Vamos!, estamos demasiado cerca.

Yo sonreí, estábamos a escasos metros de nuestro nuevo hogar.

Caminamos entusiasmadamente, íbamos por un pasillo muy reducido, la montaña crecía cada vez más, logramos atravesar ese pasillo sin más.

—Solo tenemos que cruzar esto y listo.

Chocamos los cinco entre nosotros cuando una flecha fue disparada e interrumpió nuestra celebración.

Volteamos de donde venía la flecha estaban muchos jóvenes con armas y viéndonos.

—Hola, ¿Van algún lado?

Oh no... Mercenares.