TODO O NADA © [Borrador]

Capítulo 1

-¡Asia!... ¡Asia! ¡Levántate si no quieres que suba y te eche a la maldita calle!

Me levanté exhausta de la cama y como era de esperar me tropecé... siempre igual, sé que mi madre no me quiere en su vida pero espero que algún día entienda que me hace daño.

-Ya estoy despierta... - medio susurré.

-¡Prepárate de inmediato! -me ordenó con desprecio Marelyn, mi madre.

Genial...  mamá me odia debido a que me culpabiliza por la muerte de papá desde hace un año, al fin y al cabo siento que tuve la culpa...

Hoy es el gran día de mi madre, hoy será el día en el que empezaremos de cero en una nueva ciudad con su nuevo marido.

Mamá dice que esta casa le traen recuerdos de papá; solo piensa en si misma tras lo ocurrido nuestra relación no ha vuelto a ser igual siento que la he perdido y eso hace resbalar una rauda lágrima sobre mi cálida mejilla la cual limpio velozmente.

Solo pido que por lo menos se de cuenta de todo el esfuerzo que pongo en serle la menor molestia posible,  y es lo que nunca ocurre.

Simplemente hoy tendré la oportunidad de viajar a un lugar diferente, donde podré conocer gente nueva, empezar mis estudios en una nueva universidad, emprender una nueva aventura... intento verle el lado positivo a esto que está apunto de ocurrir en mi vida.

Lo que más me mata es que dejaré aquí a mi único mejor amigo Logan, lo conozco desde que tengo uso de razón y siempre está ahí para mi al igual que yo para él. Le costó mucho asumir que me iría, por lo tanto, estuvimos un día entero despidiéndonos, fue entonces cuando me  prometió que iría a visitarme cuando pudiese, es la única persona que sabe casi por todo lo que sufro.

Una vez que dejo de mirar el techo me levanto a regañadientes del suelo y me dirijo al baño de mi habitación, me doy una rápida ducha, me visto con unos pantalones negros muy desgastados, una ancha camisa blanca y mis deportivas blancas, simplemente me dejo el pelo recogido en un destrozado moño y me pongo unas capas de rimel.
Cojo mi gigantesca maleta gris y me paro frente a la puerta de mi habitación ahora completamente vacía.

Miro por última vez mi blanca habitación, mi corazón empieza a acelerarse y mi vista se cristaliza... ¡No quiero irme de aquí!

En mi cabeza empieza a pasar un recuerdo:

--Flashback--

Me encuentro en mi cama llorando y sumergida en una leve capa de sudor fría sobre mi sien y espalda... tuve una pesadilla.

Papá entra a mi habitación corriendo y con una mirada de preocupación reflejada. Se sienta al lado mio y me abraza... y juro que en ese momento todo miedo que sentía, se esfumó como el aire tornándose así en un único sentimiento de protección. Sabe que tuve una pesadilla, él siempre sabe todo sobre mi.

-Pequeña no llores... todo pasó. ¿Qué ocurrió en tu pesadilla? -pregunta dulcemente a la vez que acaricia con delicadeza mis húmedas mejillas.

-Un ninja... corría detrás de mi... para matarme -dije intentado ser fuerte y dando bocanadas de aire.

-Hija con tan solo 6 años y ya teniendo pesadillas locas -dijo dando una leve carcajada, que me hizo relajarme -Tranquila princesita, tu súper papá no dejará que nadie nunca te haga daño.

Seguido de sus heroicas palabras, me abrazó con fuerza enterrando mi pequeña cabeza en su cálido pecho sintiendome la persona más fuerte que existiese en la faz de la tierra.

Se tumbó junto a mi previamente arropándome con mi atercipelada mantita. 

Seguidamente me acariciaba el cabello con dulzura consiguiendo así que cayese en un profundo sueño.

--Fin de flashback--

Rápidamente me seco la triste  lágrima que cae por mi mejilla. Siento que desde que se fue nunca nadie volvió a ser el mismo, incluyéndome a mí misma.