TODO O NADA © [Borrador]

Capítulo 19

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P.O.V. James

Un fuerte y agudo pitído retumbaba sonoramente por mi cabeza. Empecé a abrir los ojos lentamente hasta dar con el perfecto rostro de Asia.

Es tan confortable tenerla entre mis brazos, me siento tan jodidamente feliz que realmente me replanteo seriamente el hecho de alejarla de mi, me es muy complejo dicho trabajo.

De repente diviso como el móvil de Asia empieza a vibrar fuertemente, cada pequeño sonido se intensificaba más por los efectos del acohol. Ahora que lo pienso, no recuerdo nada de lo que hice ayer y eso hace que la inquietud se apodere de mi.

Contemplo sin ningún tipo de discreción como duerme. Se ve completamente sumerguida en un profundo sueño.

Acaricio lentamente su mejilla con la llema de mis dedos, una leve corriente pasa por entre ellos haciendo que se me erizen los vellos del brazo.

Siento que estoy perdiendo la cordura, cada vez que la veo... Me siento extraño. No quiero asumir que estoy enamorado.

Eso no debe pasarme, no estoy hecho para amar ni mucho menos para ser amado.

Respira lentamente y su respiración choca con mi cuello y hombro recostado en el cómodo colchón.

Mi corazón se acelera, no puedo pensar que por como fui la perderé. Mis malos hábitos y mi mala rutina no están hechas para que ella se adentre en ese entorno.

Realmente no sé que debo hacer, quizás alejarla o tal vez acercarla...

Dejo de acariciarla, ya que empieza a moverse, se aferra a mi cintura y se mantiene así durante un largo rato.

Temo que cuando descubra lo que hice, dejará de querer mantenerse cerca mío y eso no es lo que quiero.

Roby ¿Qué hacía Asia con él? Es su vivo retrato, pero algo no va bien, ¿Por qué el cuerpo de un muerto ahora se encuentra vivo? Eso no tiene ningún tipo de coherencia.

Dejo atrás mis pensamientos y empiezo a deshacerme de los brazos de Asia suavemente, la trato con suavidad por temor a causarle algún tipo de dolor, ella es simplemente delicada. Jamás me perdonaría el hecho de causarle algún daño.

Una vez mis pies tocan el suelo, me mantengo de pie a duras penas, beber tanto fue una muy mala idea... ¡Dios! Asia me vio, habrá pensado que soy un alcóholico de mierda, pero y que más da, al fin y al cabo me merezco que piense de mi lo peor posible.

Me aseo y me visto ropa completamente negra. Me dirijo hacia a la grisácea cocina y empiezo a preparar unos huevos revueltos para ambos, ya que supongo que Asia se merece mínimamante algo después de lo que tuvo que pasar ayer conmigo.

Se lo tendré que agradecer de otra forma, quizás la invite a comer algo.

Si soy sincero no sé por qué cada vez que me da por salir de fiesta ella se encuentra ahí la mayor parte de las veces siendo molestada por algún capullo.

Recuerdo aquella vez donde un puto zanahorio la iba a pegar, ¿Cómo es capaz un "hombre" de levantarle siquiera una mano a una dama?

Después de haber vivido tan de cerca experiencias de malatrato, nunca hubiera deseado a nadie tanto dolor... Un sufrimiento terrible y castigos inecesarios, la agonía, el desprecio hacia si mismo, la pesadez que uno siente al saber que a la mínima de sus actos, una grave consecuencia ella traería... Una fuerte paliza.

Acabo de preparar el desayuno, no se como despertarla... No se si por las mañanas ella es gruñona o tal vez dulce o cariñosa o quizás desagradable... Me queda mucho por descubrir.