¡Fiesta en Little Disco!

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Fatigada por el día llegue a casa, estaba sola como habitualmente ya que mis padres trabajaban hasta tarde; subí a mi cuarto lentamente y dejé mi mochila en la silla del escritorio que se encontraba en una esquina de mi cuarto.

Puse algo de m1úsica y me acosté en mi cama tratando de encontrar una solución al problema que ahora se apoderaba de mi mente, poco a poco me fui quedando dormida hasta que un grito me despertó:
-¡Vania, despierta ahora!
Alterada por el grito me paré de mi cama con una mano sobre mi corazón el cual no paraba de latir a velocidades sobrehumanas, al mirar con mayor detenimiento en mi cuarto encontré a Liz e Isabel, sin duda las mataría por haber interrumpido mi preciado sueño, pero justo en el momento en que empezaba a idear mis planes para estrangularlas Is me interrumpió.

-Antes de que trates de matarnos-dijo como si pudiera leer mis pensamientos- Necesitamos que te des un baño y te alistes- dijo señalando hacia mi cama, al voltear me encontré con un vestido y zapatos sobre la cama ... ¿En que momento habían llegado como para buscar un vestido y zapatos en mi armario?
Iba decidida a volver a acostarme cuando me encontré con la mirada de Liz. Poco a poco fui retrocediendo hasta que entré al baño que se encontraba en mi cuarto, a veces me llegaba a dar mucho miedo Liz.

Unos 20 minutos después salí de bañarme, me encontré con mis amigas sentadas sobre mi cama ya arregladas con un vestido ¿tanto había tardado en bañarme?

Les pedí que salieran un momento prometiéndoles que no volvería a acostarme, cuando salieron comencé a vestirme y arreglarme aún con la duda de a donde iríamos.

Bajé las escaleras ya lista y en la sala estaban mis dos amigas, las cuales al verme sonrieron y salieron de mi casa conmigo siguiéndolas un poco atrás, nos subimos al carro de Liz, ya que, al ser la mayor ya tenía su licencia de conducir. Liz puso el auto en marcha dejando atrás mi casa y mis posibilidades de dormir.

Al poco tiempo llegamos a " little disco" un bar para menores de edad, es algo así como un bar, solo que sin alcohol. Se puede comer, bailar, platicar, comer más, lo que quieras que no incluya alcohol. A decir verdad es uno de mis lugares favoritos, pero realmente aún no entendía que hacíamos en ese sitio.

Bajamos del auto y entramos al lugar, todo estaba en completa oscuridad y eso empeoraba mi confusión, hasta que de pronto las luces de neón se encendieron y se escucho a coro un: ¡Feliz Cumpleaños Vania!

Quede totalmente sorprendida, mi cumpleaños había sido hace dos días, pero ahí estaban Allison, Liz, Isabel, Eduardo, Daniel, Rodrigo, Roberto, el equipo de baloncesto, mis compañeros de natación y otros compañeros de la escuela.

-Feliz Cumpleaños Vania- Dijeron al unísono Eduardo, Daniel y Rodrigo, mientras me daban un pequeño regalo junto con un cálido abrazo

-Gracias chicos- Dije con una gran sonrisa.
Todos se acercaron a abrazarme y felicitarme. Las últimas fueron mis mejores amigas, las cuatro nos unimos en un gran y efusivo abrazo.

-Esperamos que te guste tu sorpresa- Dijo Allison abrazandome nuevamente.

-Perdón por despertarte pero creo que valió la pena- Dijo Liz mientras sonreía
-Te queremos mucho nuestra pequeña Vania- Dijo mientras pellizcaba mis mejillas, no soy tan pequeña, es sólo que soy la menor de las cuatro, pero no me gusta que me digan de esa forma, sin embargo mi sonrisa no se iría por algo tan irrelevante, estaba muy feliz, más feliz que nunca.
-Las adoro chicas!- Dije mientras volvíamos a abrazarnos.

El resto de la tarde-noche la pasamos comiendo, bailando y riendo.
Cuando ya la mayoría se había ido, mis amigos se acercaron de nuevo a mi.

-Te tenemos otra sorpresa- Dijo Is
¡Sábado de playa!-Dijeron los demás al unísono.

Realmente no podía estar más feliz.

Los tenis de VaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora