Ex-Delectis

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Alyda pov

—¿Harás lo que te dijo esa loca? —Preguntó Eileen enojada.

—Esa loca es nuestra abuela y si, lo hare. No hagas nada estúpido y Alexander cuida a tu hermano de Freya.—Dijó Amara cuando había empacado una mochila con las cosas que necesitaría. 

Se despidió y salió por la puerta.

—Fantástico.—Susurró Eileen con cara de pocos amigos.

Con la salida de Amara, Alexander se largó al no tener motivación suficiente de soportar nuestras existencias. Freya también se fue por que estaba molesta de que su pequeño hermano no quisiera que se le acercara. Eileen quien estaba que echaba humo por las orejas fue a empacar para cuando viniera Mysti por ella.

Al parecer al Mysti venir por Eileen los demás teníamos la libertad de poder volver a nuestras verdaderas casas a vacacionar o algo así. Derek había sido el más motivado en irse que enseguida había desaparecido, creo que fue al cielo o a donde vayan los ángeles a vacacionar. Después estuvo Brett que estaba empacando alegando que se iba a encontrar con su manada y llevaría con él a Anthony para que vuelva convivir con los de su clase. Elena se iba con sus padres a Noruega y se llevaría a Nathaniel con ella, el cual no le importó irse con la pelirroja. Y yo volvería con mis padres a cazar transfugaes.

—Al parecer ya todos están listos.—Comentó Mysti haciendo acto de presencia.

—Si... ¿Cuándo regresara Eileen? —Pidió Elena.

—En Dos meses, creo.—Respondió Mysti con seriedad.

—¿No tenemos que hacer nada? —Inquirió Brett.

—No, solo cuídense mucho.—Sonrió Mysti colocando su mano sobre su hombro en modo alentador. Después se acercó a Anthony y se despidió del como una madre se despide de un hijo. Aun no me acostumbraba a saber que Anthony era el hijo adoptivo de Mysti, simplemente esos dos no se parecían en nada, ni en lo blanco del ojo.

—¿No me llevaras a un campamento militar ni nada así, verdad? —Preguntó Eileen.

—No, ¿Pero has estado en Perú? —Inquirió Mysti con una sonrisa algo malvada.

—Eh no.—Respondió Eileen con desconfianza.

—Bueno, vámonos.—Dijo Mysti tomándola del brazo.

—Adiós, ¡extráñenme mucho! —Se despidió Eileen antes de salir por la puerta con Mysti.

—Loca.—Comento Nathaniel, aun en su adorable apariencia de niño.

Al irse Eileen cada uno se dirigía a la puerta y salía a un destino diferente. Al quedar sola, me dirigí a mi cuarto a buscar mi maleta. Había una mujer sentada en mi cama, me quede de piedra, estaba sola y no estaba armada.

—Hola, Alyda...Soy Krystal, Ex-Delecti—Sonrió la mujer. Era una veinteañera de piel bronceada, cabello negro largo y exuberante y bonitos ojos cafés oscuros. Se veía normal, salvo por el hecho de que pudo entrar a una casa que está en ninguna parte y que está protegida para que nadie que no sean los siete (Menos Mia, por abandonarnos) y algunos otros (Véase acá: Alexander, Freya y Amara) entren.

—¿Cómo has entrado? —Pregunte sin entrar al cuarto.

—No fue tan difícil, sigo conservando algunos poderes.—Se encogió de hombros.

—¿Qué quieres? —Inquirí.

—Hablar con Eileen pero sé que Mysti jamás me dejaría acercármele, así que he venido a hablar contigo.—Sonrió la mujer poniéndose de pie. Di un paso atrás, tal vez se veía de cobardes pero la mujer tenía poderes y yo lo único que podía hacer en estos momentos era correr.

Siete Demonios [Saga Siete # 1][EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora