Al llegar a la casa, todos se lanzaron en algún lado.
—Nathaniel ves con Eileen a comprar esos zapatos.—Ordenó Deborah a Nathaniel. El demonio menor me jalo de la muñeca, en la calle hizo detener un taxi con pasajeros los cuales obligó a bajar y me obligó a subirme.
—Nathaniel estoy descalza.—Me queje mirando mis pies sucios, recostó su frente en la ventana ignorándome.
Cuando llegamos al centro comercial. Nathaniel ni siquiera pago el taxi y simplemente nos bajamos, el entro con toda la seguridad del mundo, mientras yo iba dando saltos, el piso estaba frió.
Él se detuvo frente a la primera tienda de zapatos que vio, el príncipe de los demonios entro y ordeno a una de las trabajadoras vaciar toda la tienda, orden que fue cumplida inmediatamente. Luego cerraron las puertas del lugar y todas las trabajadoras hicieron una fila para luego inclinarse ante Nathaniel.
—¿Podrían hace algo con eso? —Preguntó Nathaniel señalándome. Me cruce de brazos. El tomó una botella de champagne que estaba al lado de sofá y se sirvió una copa, la probó y la escupió en la misma copa. — Asqueroso.
Las chicas se acercaron a mi, me llevaron a un baño, donde me hicieron tomar una ducha con jabones y productos para el cabello que ellas me explicaron su función pero no preste atención.
Al terminar me pasó una toalla, una chica dejo una muda completa de ropa.
Pero la rechace al ver un top crop, no poseía el mejor abdomen. Cambiaron la ropa por otra muda diferente. Un vestido y unas zapatillas, ¡Y medias!, Agregaron otros accesorios e hicieron que la ropa quedara perfecta, después de eso me sacaron y me llevaron a la peluquería, me pude dar cuenta que el centro comercial estaba completamente vacío, solo estaban los encargados de las tiendas. ¿Quien se cree?, bueno, es un príncipe y tal pero esto no estaba bien.
Como sea, arreglaron mi cabello después de insistir en pintarlo de otro color, pero me negué no podía quitarme el color morado hasta que tuviera dieciocho. Lo alisaron completamente y peinaron. Vaya, hasta se veía bonito. Lo que siguió fue maquillaje, lo cual fue una lucha entera porque me queje mucho, al final me hicieron mirarme frente a un espejo.
Me veía bien, sonreí.
Las tres chicas de la tienda de zapatos jalaban cada una dos maletas llenas de ropa, zapatos, accesorios, maquillaje y otras cosas.
Llegamos a la tienda donde Nathaniel estaba dormido en el sofá. Lo patee, él se removió enseguida, abrió los ojos, bostezo y se tallo los ojos.
—No veo la diferencia.—Comentó Nathaniel, rodé los ojos.
Nathaniel pagó por todo y salimos del centro comercial, al igual que llegamos nos fuimos. Él había tele trasportado las maletas a mi habitación, cuando estábamos en el taxi.
Al bajar del taxi, el cual no pagó, entro rápidamente a la casa. Lo seguí, todos estaban en el salón hablando, pero se hizo un silencio sepulcral al verme.
***
Después de asumir mi cambio de ropa, la cual me empezaba a incomodar. Nos reunimos a hablar de los acontecimientos recientes.
—Ya tenemos a Genenieve o como sea que se llame, ¿Qué haremos ahora? —Inquirió Brett.
—Seguimos buscando al miedo, pero es como si el no existiera, hemos buscando incansablemente y simplemente no lo encontramos—Se quejó Mysti.
—Creo que sería hora de ponernos más serios.—Comentó Alexander mirando a Mysti.
Esta suspiro.
—Está bien.—Dijó.—Reuniremos a todo el consejo.
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Siete Demonios [Saga Siete # 1][EN EDICIÓN]
FantasyEileen es una pobre huérfana cazadora de Transfugaes, quien vive junto a su hermana mayor y no espera mucho de la vida, hasta que la vida espera mucho de ella, por lo que tendrá que tomar las riendas de todo el mundo sobrenatural sobre sus hombros y...