Seriamos malos padres

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—¿Y como iremos? —Pregunte, todos estábamos en el salón regados viendonos las caras, unos con más pesadez que otros. 

—¿No deberian hablar con Alexander antes de ir? —Inquirió Amara, mi hermana no me había comentado nada de su acercamiento con el principe mayor de los demonios, supongo que si de verdad hay algo ella me lo diría.

—No hay tiempo para eso.—Replicó Brett sin darle importancia.

—Yo los puedo llevar pero solo uno por viaje.—Dijó Elena, la bruja se preparó para el viaje acomodandose el cabello y colocandose firme.

—O me podrías llevar primero y después regreso y podré llevarlos a todos.—Propusó Nathaniel. Elena estuvo de acuerdo y desaparecieron los dos, después Nathaniel volvió a aparecer y sentí esa horrible sensación en el estómago mientras todo desaparecía.

—¿Dónde estamos? —Pregunte, los alrededores eran de un parque al parecer, con muchos arboles y bancas verde. 

—Ciudad de México.—Informó Elena, ella nos hizó apartarnos a un lado porque la gente nos miraba raro.

—Yo quiero un taco.—Insistió Brett aplaudiendo las manos juntas viendo cualquier lugar donde podría ver la palabra taco. 

—Después de que veamos a la bruja lo tendrás. —Alyda lo jaló porque Brett empezaba a alejarse un poco.

—¿Dónde la encontramos? —Preguntó Anthony.

—No la encontramos, ella nos encuentra.—Murmuró Elena.

—Genial, simplemente genial.—Susurre.

Están lejos de casa, niños.—Nos habló alguien, miramos de donde provenía la voz y era una anciana que vestía una enorme bata de estampado verde y rojo, además de tener un ojo negro y el otro completamente blanco.

No hablamos essspañol.—Dijó Elena con dificultad.

—Oh, les dije que están lejos de casa.—Río la mujer en ingles perfecto y sin acento, además con una risa tosca para nada agradable.

—¿Usted es pythonissam*?—Preguntó Elena acercandose a la mujer que apareció de la nada a nuestras espaldas.

—Se podría decir que si...Este es el hermano de ese muchachito, ¿Eh?...Te pareces mucho a tu hermano, espero que no seas un cretino igual que el.—Comentó la Anciana señalando a Nathaniel.

—¿Por qué maldijo a mi hermano? —Pidió Nathaniel con curiosidad.

—Tu hermano se comportó como todo un cretino, pero al parecer ha cambiado de aquellos años y ha encontrado a coniunx* o a su Mitad perfecta. Mi maldición se ha roto cuando la encontró, ya tal maldición no existe, puede que si...Maldije a tu hermano por rabia personal pero no soy tan mala después de todo.—Contó la anciana suspirando

—No entiendo.—Murmure.

—En mis años de juventud estaba enamorada de su hermano, claro, el me rechazo lo cual me era increíble porque en ese entonces era la bruja más hermosa y poderosa. Lo maldije por rabia y también por diversión...Él estuvo desesperado por romper la maldición e hizo locuras similares a las que yo hice por amor a él. Jamás le dije que la maldición se rompería cuando encontrara a su Mitad...Amara Crossbow ha roto la maldición de tu hermano, ella es su mitad.

—¡¿QUÉ?! —Vocifere dejando mi posición calmada—Mi hermana no puede estar con ese cretino.

—El destino hace cosas divertida, querida. No puedes negarle el verdadero amor a tu hermana solo por miedo a que te deje a un lado.—Sonrió la mujer. Bufe relajándome un poco, solo un poco, la idea de que mi hermana estuviera con ese cretino no me gustaba para nada, ella merecía alguien mejor.

Siete Demonios [Saga Siete # 1][EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora