Estaba en el salón de clases, y era obvio que estaba soñando, ya ni siquiera iba al colegio.
—¿Ya te diste cuenta, cierto? —Preguntó alguien, alce la vista, los alrededores se volvieron borrosos, el entorno cambió de una salón a una cafetería atestada por adolescentes.
Un chico que parecía pertenecer a una banda de punk-rock estaba frente a mí, tenía los brazos doblados sobre la mesa, sus uñas pintadas de negro sonaban en la mesa. Las pupilas de sus ojos parecían agrandarse y encogerse era eso o el azul de sus ojos se movía como el agua, era bastante intrigante.
—¿Quién eres tú? —Pregunte. Mire hacia abajo, en la mesa había un espejo. Me veía a mí con el cabello castaño claro, no con el cabello morado.
—Andrew, es un placer.—Se presentó. El extendió la mano, su mano estaba con varios anillos, sus manos se veían huesudas, ademas de que tenía un tatuaje en la palma de la mano. Era un pentagrama encerrado en un círculo.
Mire su mano con desconfianza. Lo mire a la cara, se veía serio, esta era la clase de chico al que nunca me acercaría.
El parecía ser la clase de chico problemático. Con un pierce en la boca y otro en uno de los orificios de su nariz, con un pendiente en su oreja derecha, con todo su brazo derecho tatuado desde el cuello hasta los dedos, tenía los dos lados de la cabeza motilados por lo que su cabello en medio le caía a un lado. En verdad parecía a un integrante de una banda de punk, tal vez si lo intenta le iría bien.
—¿Que eres? —Pregunte. El recogió su mano extendida y sonrió alzando una ceja.
—El Miedo—Respondió atento a mi reacción—El coco, por así decirlo.
—No das miedo.—Comente, él se rió.
—Si tú lo dices.—Se volvió a reír. Al parecer lo que le dije le causó mucha gracia por que no paraba de soltar risas, ya me empezaba a incomodar.
—¿Por qué estás en mi sueño? —Inquirí.
—Estaba aburrido, además dile a Mysti que deje de buscarme, es bastante molesto.—Dijó suspirando. El se cruzó de brazos y me veía atento.
—¿Eres un aliado de Paladio? —Pregunte. En verdad tenia curiosidad, si en estos momentos este tipo se había entrometido en mis sueños al menos le sacaría provecho.
—Te diré un secreto.— Susurró.—¡Paladio murió hace mucho tiempo!
Gritó eso ultimo. El se veía muy divertido y realmente no entendía absolutamente nada.
—Pero si...—Empecé a decir antes de ser interrumpida.
— Lo que ustedes vieron fue una especie de holograma credo por mí, todo fue una broma, no saben lo divertido que es jugar con sus mentes, por ejemplo tú, tienes una mente bastante simple.—Habló Andrew. Fue cambiando, sus rasgos se volvieron más femeninos, hasta que en vez de él estaba una mujer de cabello negro, ojos grises intimidantes y cara agria, mi madre.
—Le tienes miedo a tu madre, a perder a tu hermana, a quedar sola, a la muerte, a los sapos o ranas, ¿Es enserio?...Bueno también le tienes miedo a muchas otras cosas ridículas.—Rebeló el disfrazado de mi madre. En verdad era muy aberrante ver a mi madre, la cual sabia que estaba muerta frente a mi, aunque realmente no fuera ella.
—¿Podrías volver a ser tú? —Pedí, el...Mi madre sonrió. Su apariencia cambió, ahora era Kyle, la muerte.
—No le tienes miedo a la representación, pero tienes miedo de morir.—Se burló.
—Deja eso.—Me queje
—Este tipo es muy bonito para ser la muerte.—Dijo Andrew mirándose en el espejo, de fondo se escuchó la canción ''Pretty boy swag''—¿No soy bonito?
—No.—Respondí. Kyle o Andrew me miro mal.
—Pretty boy swag, ¡Ey! —Se levantó de la mesa bailando y desapareció en la multitud.
—Ridículo.—Susurre.
***
—Creo que el miedo entro en mi sueño.—Comente en el silencio del desayuno.
—¿Y qué te dijo? —Preguntó Amara.
—Se hizo pasar por Kyle y dijo que era bonito.—Dije omitiendo lo importante, eso se lo diría a Mysti. No es que no confiara en ellos, simplemente no sabía si era el mejor momento para decirlo.
—Bueno, al menos descubrimos que el miedo es homo.—Se burló Brett. reí, tenía que admitir que había sido muy divertido ver al supuesto Kyle bailar ''Pretty boy swag''
El desayuno termino y partimos por la puerta como la primera vez que habíamos llegado al hogar de los dioses Arcaico. Esta vez aparecimos en el Olimpo, El dios Anteros quería hablar con nosotros.
Mysti había dicho que tuviéramos cuidado. Era peligroso, engañoso y extremadamente cruel, pero tenía información valiosa.
Caminamos por las calles empedradas, había estatuas por doquier, se veían ninfas y sátiros por ahí. Lo más sorprendente era una colina alta con un enorme palacio en su cima, era el Palacio de los Atletas olímpico principales.
Llegamos a un pequeño lugar con columnas griegas, muchos helechos y flores por aquí y allá además de una pequeña charca que descendía de una fuente con querubines escupiendo agua. En medio de esa hermosa imagen, había un hombre de cabello largo recogido en una coleta con una trenza a un lado, los ojos negros, vestía como un adolescente normal, además de llevar con él un arco. Pero lo más impactante eran las alas de mariposa que salían de su espalda, eso no lo hacía ver tan intimidante.
—Oh, están aquí.—Habló el chico alado, sin vernos, me adelante dispuesta a decir algo.—Eileen no hables, les daré la información que tanto quieren, obviamente con una condición.
Anteros se puso de pie y nos miró con una sonrisa algo loca.
—Brett y Eileen siéntense.—Mando Anteros dándose la vuelta y señalando una mesa con tres sillas que antes no estaba ahí—Los demás, desaparezcan.
Anteros movió la mano y los demás desaparecieron. Brett iba a replicar pero Anteros negó con la cabeza.
—Haremos algo, ¿Saben sobre la parálisis del sueño? —Preguntó Divertido, definitivamente este sujeto tenia más de una teja corrida.
____________________________________________________________________
Anteros: Es la personificación del amor correspondido, vengador del amor no correspondido.
ESTÁS LEYENDO
Siete Demonios [Saga Siete # 1][EN EDICIÓN]
FantasyEileen es una pobre huérfana cazadora de Transfugaes, quien vive junto a su hermana mayor y no espera mucho de la vida, hasta que la vida espera mucho de ella, por lo que tendrá que tomar las riendas de todo el mundo sobrenatural sobre sus hombros y...