Hogar.

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-Llegamos- dijo Luhan sonriendo.

La casa era cálida y antes que pudiera entrar unos brazos lo rodearon, era Sehun.

-Bienvenido a casa- dijo con una pequeña sonrisa.

-Gracias- respondió Yixing mientras su sonrisa dejaba ver su pequeño hoyuelo.

Luhan le dio un empujoncito para que entrara en la casa. Era su nueva casa, sin cierres o ataduras que no le permitiesen ver el exterior, era un sueño.

-Mamá dejó una condición- dijo Luhan sacando a Yixing de sus pensamientos.

-¿Si?


- No puedes acercarte al río, sé que es lo que más anhelas pero no puedes, no debes, lo siento.

-No te preocupes- respondió Yixing sonriendo - supongo que está bien.

Luhan pudo notar como el pequeño brillo en los ojos de Yixing habían disminuido, era de esperarse, Yixing quería ser libre más que nada y aún en su libertad tenía que soportar este tipo de restricciones y no es que Luhan no quisiese dejarlo completamente libre, es que sabía muy bien lo que su hermano cargaba.

-¿Quieres descansar un rato? -preguntó Sehun rompiendo el silencio incómodo que se había formado.

-Si, por favor.

-Ven- decía Sehun mientras caminaba haciendo que Yixing le siguiera.

Llegaron a una pequeña habitación, no es que la casa de Luhan fuera grande, pero era mucho más espaciosa que la casa de su madre.

-Descansa acá, está es tu nueva habitación.

-Gracias- salió como un susurro.

Sehun asintió mientras salía de la habitación dejando a Yixing solo con sus pensamientos. Decidió acostarse y dormir un rato, tal vez eso calmaría el repentino nudo en el pecho que se estaba formando.

Continuará...

When autumn leaves 《KaiXing》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora