16- No Comprendo

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El corazón de la morena dio un vuelco, al sentir su filosa mirada acompañada de una ladeada sonrisa. ¿Conocéis esa sensación, cuando algo se revuelve en tú estómago, provocando una sensación de cosquilleo, que se nota en las yemas de los dedos y hace enrojecer las mejillas? En ese momento Sayumi no pudo evitar entreabrir los labios, con su respiración ligeramente acelerada, las mejillas sonrosadas y la vista sujeta por esos centelleantes ojos, similares a los suyos.

-Hum...creo que estoy fuera del ambiente - murmuró Ichigo, con una sonrisa torcida manteniéndose a un lado con los brazos cruzados.

La morena apretó ligeramente los labios, antes de desviar la mirada, apretando con los dedos el final de las mangas de la chaqueta, notando aún el cosquilleo en sus manos, cómo aún la llama de su pecho se balanceaba ansiosa por esos ojos...esa mirada...

-Yumi-chan - murmuró la castaña tirando ligeramente de su chaqueta, antes de señalar su muñeca con una pequeña sonrisa.

-Hai...-susurró Sayumi con una pequeña mueca, antes de que ambas recogiesen sus cosas, y se dirigiesen a la puerta.

Justo en el momento, en el que la morena iba a cruzar el umbral, una mano la sujeto del antebrazo, girando casi de frente con el rubio que prácticamente pego su cuerpo al de ella, mirándola desde arriba, con los labios entre abiertos y volviendo a unir sus miradas, haciendo explotar esa llama con un fuerte latido que inundo lentamente todas las extremidades, hasta enrojeces con fuerza a la  chica.

-Sayumi...-murmuró con una ladeada sonrisa, haciendo sonar nuevamente un acelerado latido en sus oídos.

-¡Oe! Sayumi - dijo Ichigo cogiéndola del otro brazo y tirando de ella en dirección a las escaleras, dejando a la morena cómo última imagen la sonrisa tierna del rubio, que movía ligeramente una mano de lado a lado.

Sabía mi nombre...pensó la morena tirada en la cama de su habitación, con un brazo sobre su frente. De un momento a otro se escuchó un pequeño gritito, mientras rodaba sobre la cama, con una pequeña risa ¿Porqué me siento tan feliz? Pensó con una tierna sonrisa y las mejillas sonrojadas, apretando uno de sus cojines contra su palpitante pecho. Inevitablemente un suspiro salió de entre los labios de la chica, que cerró los ojos con una pequeña sonrisa No es justo...el sabe cual es mi nombre...y yo no sé nada de él...quiero conocerle...pensó con las mejillas completamente rojas, haciendo que se marease ligeramente con otra pequeña risa.

-Le pasa algo...- murmuró Reiji, mientras los Sakamakis se encontraban en frente de la habitación de la morena.

-Dijo que iba a hacer deberes, que no quería que la molestasemos - dijo Ayato con un chasquido de lengua, y los brazos cruzados.

-Pues deben de ser muy divertidos - dijo Raito con una pequeña mueca, antes de esbozar una ladeada sonrisa, asomando unp de sus colmillos de forma juguetona -¡Yumi-chan, vengo a ayudarte~! - Dijo con las mejillas ligeramente sonrojadas, abriendo la puerta de golpe, mientras los demás trillizos lo cogían de los hombros y la cintura, con los otros tres hermanos bufando y sujetando a los otros dos trillizos, para retener al castaño, que se sujeto al marco de la puerta.

Mientras los hermanos peleaban en la puerta, la morena se sentó de golpe en la cama con las piernas en forma de W sujetand, sobresaltada, el cojín contra su pecho.

-¿Qu-que? - murmuró la morena con los restos del sonrojo en las mejillas, la ropa descolocada por girar sobre la cama, y los pelos revueltos.

-Sayumi, deberías estar estudiand, ¿qué se supone que haces? -preguntó Reiji al lado de su escritorio, cogiendo con una mano su maletín, que se encontraba sin tocar.

The Little SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora