Epílogo

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"La vida es un sueño de la muerte"


Leen sus ojos verdes algo perdidos sobre un banco de la plaza frente al hospital de New Jersey. La letra está descuidada y parece alguna pintura blanca algo saltada por el paso del tiempo. El banco verde está rodeado de pasto con algunas flores, el otoño ha llegado llevándose consigo las flores y todos sus cigarrillos. 

Piensa en Marie y su reciente muerte, se le ha acabado la voz por pedirle que ayude a Frank, se le ha secado la garganta de tanto fumar y tomar café. Y no va a sacarse esa remera de Pearl Jam nunca en su maldita vida.

El tiempo pasa y está desesperado.

Desde que aquél accidente le marcó, ya no puede pensar ni un minuto más que en quien está en aquella camilla hace ya, tres años. Y el treinta y uno de octubre, va a cumplirse el cuarto año.  Está cansado de ir al hospital todos los días, no por el viaje desde Newark, o por el simple hecho de recibir siempre las misma noticias sobre que del coma no ha salido. Está cansado de ver a Frank en aquél estado.

Siempre dormido, siempre con sus ojos cerrados y siempre pareciendo enfermo. Porque Frank está en coma desde aquél cumpleaños, desde aquél choque en la ruta. Ya se ha cansado de escuchar llorar a Linda, la madre de Frank, se ha cansado de escuchar las voces de Raymond y de Mikey decirle que ya despertará y podrá verle sonreír de nuevo. Él quiere hechos.

Quiere ver a Frank sonreírle.

Quiere que ese doctor rubio con barba le diga al fin, que Frank despertó.

Suspira escuchando unos pasos a su costado y alza la mirada viendo a Mikey acercarse con dos cafés en sus manos. Toma uno de los vasos y lo lleva a sus resecos labios, soltando un suspiro al sentir como su hermano se sienta a su lado.

-Tranquilo Gerard...

Pero entonces el pelinegro hierbe en furia, porque todo está mal, porque solo puede recordar la sonrisa del tatuado cuando la luz se acercaba con estrépito a su auto y la cobardía que pudo demostrar solo viendo con miedo aquella luz que le dejó la vista algo dañada Mikey le mira y Gerard suelta un gruñido. - Frank ha tenido un colapso anoche, Mikey, ¿cómo voy a estar tranquilo si ni siquiera sé si podrá hablar o recordarme?

El menor se queda callado, recordando el grito de su hermano la noche anterior después de la visita a Frank. Todo ha sido un caos. Ambos Way no están seguros de que Frank despertará.

*

Ya no está en la nada, pero todo está oscuro, y quiere escuchar la voz de Gerard de nuevo. No hay ninguna mano sosteniéndole, solo siente el propio peso de su cuerpo sobre algo, e intenta mover sus piernas y sus brazos, al menos para hallarse. Tiene miedo de no volver a verlo. Tiene miedo de morir y que Gerard no esté ahí, pero algo le dice que todo va a estar bien. Quiere solo mantener la fe en verlo.

Con un poco de fuerza intenta mover su brazo derecho y nota como sus huesos duelen, y alguien de voz femenina grita"¡Traigan un doctor!"

No es Marie y algo como una revelación llega a su cabeza y la desarrolla rápido, quizás él es el único que esté muriendo, y si de algo le sirvió el estar en aquél lugar -porque ya no sabe si es de verdad- es que ha aprendido cuánto cuenta respirar cuando se piensa. Solo quiere despertar de ese lugar oscuro para hacerle el amor a Gerard. No importa donde estén, solo importan ellos.

Pronto siente su cuerpo todavía más pesado y sorpresivamente escucha los latidos de su corazón con fuerza contra su pecho. Al menos, sabe que vive.

Tragician |Frerard| TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora