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Sky recomienda: Chris Brown - Little More (Royalty)

Disfruten la lectura<3


Él iba a caer.

Por supuesto que lo haría.

El niño y yo corrimos por horas hasta perderlo de vista, nos alejamos mucho, sin parar. Y para el tiempo en el que detuvimos nuestros pasos ya yo tenía un plan. Me quité el bolso y la sudadera negra. Tomé por los hombros al niño y le dije el plan en unos segundos, no había tiempo que perder. Cuando terminé él parecía extasiado, podía ver sus ojos brillando bajo la luz de la luna.

Pasó la sudadera sobre su cabeza y se puso mi bolso sobre sus hombros.

—Entonces necesito que te vayas en aquella dirección y corras como el infierno, haz un gran camino y te quiero de vuelta en unas cuantas horas —miré al lugar de donde vinimos, el álgido ambiente de la noche me erizó la piel—. Necesito que me des el tiempo suficiente para encontrar algo, debe haber algo por aquí; siempre hay cosas por aquí.

—¿Este va a ser el lugar de encuentro? —preguntó en un susurro, hasta en su voz se escuchaba la emoción.

Asentí y me volteé buscando cosas en la tierra. Ramas, hojas y piedras; arremoliné un montón de ellas al frente de nosotros hasta que formé una montaña de piedras, ramas y hojas. Lo miré y él asintió.

—Creo que con eso va a ser suficiente, werita —miró a todos lados—. Cuatro horas, te doy cuatro horas y voy a estar aquí, si no te veo no me voy a parar, correré unos veinte más y haré que el cabrón ese me siga; Lo importante es que siga oscuro y me siga viendo como tú.

Me oculté detrás del árbol y me agaché hasta quedar oculta al lado de sus sobresalientes raíces. —Recuerda el camino.

José se estiró un poco y fue al frente, por donde el manipulado debía pasar. Entonces esperé, y los minutos comenzaron a pasar, y más y más. Hubo un punto en el que me estaba comenzando a preocupar pero el niño no perdía la postura de guardia. De repente José miró detrás de él y comenzó a correr a la dirección que le señalé. Me quedé quieta, esperando, esperando.

El manipulado que nos seguía se detuvo en el lugar donde el niño había estado segundos antes y miró hacia el lugar donde se fue corriendo, por lo poco que podía ver de él, era alto y tenía un estúpido casco de la guardia. Se impulsó sin mirar atrás y lo siguió. Mis ojos se quedaron en aquél lugar hasta que estuve segura de que nadie iba a regresar. Me puse de pie y comencé a revisar el cargamento de las armas en mis manos, balas normales, bien. Las aseguré y las instalé en la parte trasera de mis jeans y mi navaja bañada en sangre de vuelta al interior de mis botas.

Comencé a correr y a contar los minutos que me llevaba, mis piernas se sentían tensas y me pedían que descansara. Mi cerebro me pedía a gritos que descansara, pero no podía hacerlo, debía seguir el plan al pie de la letra. Mi respiración estaba un poco agitada y me picaba la nariz por el frío de la noche, hacía que mi cabeza doliera cada vez más. Era cierto que no había dormido desde el día anterior, y al parecer como que no iba a dormir muy pronto. Toqué sin querer el tronco musgoso de uno de los añejados árboles y una sustancia viscosa se pegó a mi palma. Me hubiera quejado y limpiado de otra cosa cerca y la expresión de asco en mi cara nunca se hubiera ido, pero no había tiempo para mis quejas idiotas.

No me detuve ni una vez y eso era malo, porque no conseguía un buen lugar, algo, cualquier cosa, para poder cubrir la tercera parte del plan y no tener de qué más preocuparse.

Ah, sí. De que el manipulado soltara la sopa. Obviamente.

Los primeros veinte minutos se fueron, miré hacia los lados, busqué entre los árboles, corrí por campos baldíos y me volví a sumergir entre los árboles y la noche. Una ventisca me hizo estremecer, oh, Dios, cómo ansiaba un lugar caliente; estos días iban a ser los peores si el tiempo seguía así.

Manipulados || SkyDuff©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora