Manipulados || SkyDuff©

VIII

Sky recomienda: Kid Ink - Fuck Sleep.

¡Buenos días, tardes, noches, madrugadas, lo que sea! Disfruten de la lectura<3

"Todo aquél que despierte mi furia

Tendrá que aceptar su destino.

La tortura, como castigo a la impudicia.

O la muerte, como lección a la insurgencia.

Aquellos que no estén de acuerdo con esto, diríjanse a mí como valientes.

Y enfrenten su destino como rebeldes."

Art. 20 de la Constitución de la R.A

-J. K. Kautzman.

»₪«

No puedo hacer esto, no tengo ni idea de lo que voy a hacer a continuación, pero sé que es malo y no hay manera de detenerme. Cada fibra dentro de mí ardía en rabia y disfrutaba cómo este hombre amordazado en la silla detrás de mí se retorcía con violencia, intentando salir. Hay una telaraña en la esquina superior del principio de la cartelera de herramientas, el polvo estaba en cada instrumento como un manto protector.

Martillos, destornilladores. Como primera fase de la tortura reproduciéndose en mi cabeza, Anne Clarke estaba tomando estos dos objetos, los meneaba delante del manipulado mientras veía el miedo cubrir cada parte de su rostro, pupilas dilatadas, gotas de sudor corriendo por la piel del cuello. Temblores violentos, lágrimas de súplica y oraciones ignoradas a quien ellos adoraban sin vergüenza, el presidente de la República. Luego, estaba yo enterrando sin piedad el destornillador en su pierna izquierda, disfrutando del grito de agonía que salía de su garganta como el insoportable ruido de uñas afiladas contra una pizarra de tiza. Sin dejar que tomara un respiro, martilló el destornillador hasta el fondo de su pierna, riéndose de él una y otra vez, mirando cómo se llenaba de carmesí la silla y el suelo a su alrededor. Riéndose una y otra vez.

Me quedé sin aliento por el pensamiento; el ruido constante de los movimientos del manipulado seguía en marcha; no quería tener pensamientos así, nunca había tenido pensamientos así de sádicos. Debía tener un límite para este nuevo nivel, no quería enloquecer y destripar a ese manipulado.

Sí, quizás ellos eran parte de la causa de todo este desastre, pero... ellos no decidieron este destino. Aunque sí fueron estúpidos al caer en la vil trampa del mandatario.

Fueron muy estúpidos.

Y esperaba que se estuvieran arrepintiendo de haberlo sido.

Mi corazón dio golpeteos contra mi pecho; debía ser la furia que me provocaba ese ser que seguía intentando quitarse las cuerdas. Nunca había sentido tanta maldad fluyendo de mí, fue como algo oculto bajo mi piel que tarde o temprano iba a explotar y salir a darse un banquete. Me volví a ver cada detalle de las herramientas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Pero las medianas fueron las que me llamaron la atención. Casi me guiñaron para que las tomara.

—Qué tenemos aquí —hablé bastante alto para que me escuchara aquél hombre sobre su propio ruido—. Mmm, podría cortar un poco de carne para la cena. Esas almendras de mierda sirvieron solo para aumentarme el hambre.