¿Soy débil?

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Me dí la vuelta lentamente pensando de que había escuchado mal,de que solamente era una equivocación mía.Pero no,era verdad,aquella voz que no olvidaría en toda mi vida apareció otra vez para hacer que mi vida diera un salto de 90 grados.

Le ví allí con una sonrisa de oreja a oreja hasta que me vio lentamente desde los pies hasta arriba y cambió de expresión al ver mis ojos clavados a los suyos. Nos quedamos mirando mutuamente en silencio hasta que uno de los amigos habló y empezaron a conversar.

¿El mundo se quería reír de mí,no?-pensé mientras me sentaba en una de las tantas sillas que había allí, los demás estaban conversando con él mientras que yo miraba al suelo sin ninguna expresión. Tan grande es el mundo y tan pequeño para mí, nadie pensaría que esto fuera una realidad porque son demasiadas casualidades que este mismo pueblo nos reencontramos.

Me fui al baño que estaba al lado de la sala y me encerré allí.Abrí el grifo y me limpié la cara varias veces,me sentía muy tonta.Siempre me preguntaba,¿por qué soy tan débil? Me miré al espejo cuadrado que estaba enfrente de mí mientras que sentía las gotas que estaban en mi cara caer lentamente. Después de reaccionar, cerré el grifo y me sequé la cara.

Salí del baño con la autoestima bien alta ; pero de repente, apareció el causante de mi problema y todo se derrumbó.

-Creo que el destino quería que volviéramos a vernos.-dijo él.

-Te equivocas,en el mío no apareces ni aparecerás.¿Entendido?-dije intentando no parecer débil.

-Sara no digas eso,si tuvimos un pasado podremos tener un futuro juntos.-dijo él mientras se acercaba poco a poco a mi.

Por sorpresa, Ryan apareció haciendo que Oscar se hiciese el tonto y se inventará la peor excusa del mundo. Oscar se metió en el baño y yo me fui con mi novio a la sala.

Me adentré a aquella pieza observándolo mejor,ya que la anteriormente lo único que hice fue bailar.

Observé los cuadros que se situaban en aquella pared pálida,sin colores vivos. Miré detenidamente un cuadro en el que aparecían muchas personas adolescentes;chicos como chicas,incluyendo a mi novio y a Oscar unos años antes.Estaban todos sonriendo,fijé mas detenida el cuadro y noté como Oscar tenía un brazo agarrado en la cintura de una chica bastante guapa.

Es un Don Juan de toda la vida y no me enteré, que estúpida soy.

-Sara,¿te encuentras bien?-preguntó Ryan acercándose hacia mí.

-Sí,bueno estoy algo cansada pero estoy bien.-mentí.

-Pues vamos a casa ya.-dijo él con normalidad.

-Que no!Habéis hecho una fiesta y no quiero que por mi culpa falte nadie,ya voy yo sola que sé como llegar.

-¿Seguro?No tengo ningún problema en acompañarte.-dijo él.

-Que no hace falta..-repetí por segunda vez.

Salí de esa puerta y sentí como mi corazón íba volviendo a la normalidad ,estaba muy afectada por su aparición.Le había escuchado oír que solía irse a algún pueblo de America del Sur porque allí vive su tía.Él le trata como su madre ya que fue ella quien la cuido en su infancia porque su verdadera madre murió en el parto.

Pero yo no me creía que nos íbamos a encontrar en América con lo grande que era.Quizás el mundo sea grande pero al fin y al cabo es redondo y todo es posible

De pronto,sentí como mi cuerpo no adelantaba ya que me dí con una farola.Me reí con lo torpe que era durante un rato hasta que me dí cuenta de que dos chicas latinas me hablaban.

Una imagen vale mas que mil palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora