Beautiful Coincidence [PAUSADA]

Capítulo 1

-¡Despierta! ¡Despierta! -me gritaron sacudiéndome.

Abro los ojos completamente y veo a una niña preciosa.

MI niña.

-¡Mami! ¡Llegaremos tarde! -me reclama.

-Tranquila -le digo sentándome en la cama-. Hannah, es temprano aún.

-Lo sé -dice sentándose en mis muslos-. Pero quiero llegar súper temprano.

Río.

-Bien, señorita. Ya veo que estas vestida, te voy a hacer el desayuno -me levanto.

La cargo haciendo que enrede sus piernitas en mi cintura y sus brazos en mi cuello.

La cargo hasta llegar a la cocina.

El departamento no es muy grande. Tiene dos habitaciones, una mía y otra de Hannah, aunque ella casi nunca la ocupa, porque siempre termina durmiendo en mi habitación. Tiene un baño, una cocina americana, y una sala de estar unida al comedor.

Hannah Pierce, MI hija, lleva mi apellido, ya que su padre nos abandono apenas le dije que estaba embarazada. Han pasado ya seis años y ya lo supere. Lo que me rompe el corazón es cuando ella pregunta sobre su padre, no sé que decirle cuando pregunta sobre él. ¿Cómo le dices a una niña de seis años que tu padre te abandono?

Ella es una niña muy hermosa de seis años, recién entra a la primaria, y como ya deben saber, esta muy feliz. Tiene los ojos marrones, cabello corto y dorado. Muchos dicen que es idéntica a mi.

-¿Qué quieres para desayunar? -le pregunte aun no teniendo variedades.

La senté en una silla alta y yo abrí el refrigerador.

-Lo que sea, quiero llegar temprano.

-Tranquila. Llegaremos temprano.

Tomo un tazón, lo lleno de leche y le pongo cereal.

-Come mientras yo me cambio -ella asiente.

Voy a mi habitación, sacó mi uniforme y me cambio.

Trabajo como una camarera en una cafetería, después de llevar a Hannah a la escuela me voy al trabajo.

Después Steve la va a buscar y la trae a la casa.

Steve es mi mejor amigo, somos amigos desde la preparatoria. Igual que Liza, ella es mi mejor amiga. Me ayudaron a superar al padre de Hannah, estuvieron en mi embarazo, cuando nació y en estos seis años me ayudaron a cuidarla. No sé que seria de mi sin ellos.

Salí de la habitación ya lista y fui a la cocina.

-¿Ya terminaste? -le pregunte a Hannah que estaba viendo la televisión.

-Sí.

Saque un tazón y me serví leche y cereal.

Me senté al lado de Hannah. Ella puso su cabeza en mi pecho usándola como almohada y yo la abrace por los hombros.

-¿Estas nerviosa?

-Algo.

Deje el tazón en la mesa y la mire.

-Tranquila. Vas a conocer a niñas de tu edad. Y vas a tener nuevos amigos -le dije animándola-. Recuerda que todos son nuevos.

-¿Qué pasa si no tengo amigos?

Tome de su barbilla para que me mirara.

-Nada. Ellos se lo pierden.

Ríe y me abraza.