Rachel antes me había mencionado lo de sus padres, pero yo pensaba que cuando decía "padres" se refería a madre y padre. Cuando me dijo que tenía dos papás pensaba que tal vez su mamá no era muy femenina que digamos y por eso la consideraba como un segundo papá, pero al parecer no era así. Me sorprendí cuando al entrar a su casa vi a dos hombres. Uno alto con nariz aguileña y orejas puntiagudas que usaba gafas y otro más bajo y moreno de cabello ensortijado con frente amplia y nariz un poco grande.
- ¡Buenos días, papá. Buenos días, papi! – los saludó al entrar.
- Buenos días, cariño. Veo que vienes acompañada – dijo el papá más alto.
- Sí – me miró feliz –. Papás, ella es Quinn Fabray... mi novia.
Ambos padres abrieron bien los ojos y la boca, pero no parecían asombrados, más bien emocionados. Probablemente hubieran estado esperando ese momento desde hace mucho tiempo.
- ¡Al fin! No sabes cuánto quería escuchar eso. Y se ve que es una gran chica. Bonita, en forma, lindo cabello, hermosos ojos, y por quererte a ti, debo juzgar que es muy inteligente – me guiñó un ojo y me sonrojé.
- ¿Y qué te hizo fijarte en nuestra hija, Quinn? – preguntó el otro padre.
- Pues... – estaba avergonzada y nerviosa porque no encontraba las palabras – no lo... no sé – agaché la mirada.
- No te preocupes. El amor no es algo que se explica, es algo que se siente – dijo el primero haciéndome sentir ya no tan avergonzada, pero seguía sonrojándome.
- Llevaré a Quinn a mi habitación. No hay problema con eso ¿no?
- No sabía que ibas tan rápido, hija – dijo el más alto.
- Papi... – ella se sonrojó.
- Es broma, pueden irse.
Subimos a la habitación de Rachel apresuradamente y ambas coloradas por nuestro primer encuentro con sus padres. Era como me lo imaginaba: algunos peluches, colores claros (resaltaba el rosa y blanco), sábanas rosa, algunos cuadros de flores, varios adornos, muchas fotos de ella, sus padres, y de concursos a los que había asistido.
- Gran conversación allá con mis padres – dijo sarcásticamente.
- Perdón. Es que estaba nerviosa porque es la primera vez que los veo.
- No hay problema. Además creo que les agradas.
- ¿Cómo lo sabes?
- No te han botado a la fuerza. Mis padres siempre tienen buen juicio con las personas a la primera vez que las ven. Sobre todo Hiriam. Él siempre me protege de las personas que no le agradan.
- Al menos eso es buena señal.
- ¿Y... qué quieres hacer primero?
- No lo sé – me senté en su cama –. Tú eres la anfitriona – la miré arqueando una ceja.
- ¿Te parece si primero me ayudas con la tarea de Álgebra y luego vemos una película?
- Claro, lo que sea por Rachel Berry – hice que se sonrojara y solté una risita.
- Okey, entonces... Sacaré mis cuadernos... – cogió su mochila y al abrirla se cayeron unos cuadernos.
- Yo te ayudo – me agaché para recoger algunos.
- Gracias – nos miramos a los ojos por unos segundos.
Nos pusimos a resolver los ejercicios con un poco de música para que no se nos hiciera tan aburrido y ya habíamos terminado todos en menos de 1 hora. Me sorprendí porque nunca había terminado tan rápido una tarea que incluyera números.
ESTÁS LEYENDO
Mi pequeña amiga
FanficEn toda vida adolescente hay momentos en que lo estropeamos todo. Cometemos terribles errores que no sabemos cómo arreglar, decimos cosas que no queríamos decir, y conocemos personas que no podemos olvidar. También llegan momentos en que estamos con...