Capítulo 13: "Me siento como una tonta. La más tonta del mundo"

380 20 0
                                    

Habían pasado 2 semanas desde que Santana vivía conmigo con la excusa de que sus padres habían viajado fuera del país.

Algunas veces discutíamos por quién había tomado la ropa de la otra, pero no eran grandes peleas y siempre terminábamos riéndonos como de costumbre.

Usé ese tiempo de convivencia para conocerla mejor y terminamos siendo muy íntimas. Yo le aconsejaba sobre cómo regresar con Brittany (lo cual no obedecía mucho) y ella me aconsejaba sobre qué debía hacer cuando estaba con Rachel y qué no: tomarla de las manos, besarla en la mejilla, darle su espacio, no hacerme la muy difícil (como cuando lo hacía con Finn) cuando ella trataba de ser tierna y dulce conmigo, cosas por el estilo que servían mucho, ya que no tengo mucha experiencia en las relaciones con mujeres. Ahora ya sé lo que los chicos sufren con nosotras, es difícil complacernos.

Nuestros días empezaban conmigo tirándome encima de ella para despertarla (algunas veces al revés) y terminaban en conversaciones a la hora de dormir que podían durar horas. Más de una ocasión entró mamá a decirnos que ya nos calláramos y nos durmiéramos porque nuestras risas se escuchaban hasta su dormitorio.

Llegué a conocer más sobre su pasado y ella del mío y por fin pude entender lo que era tener una hermana con quién desahogarme.

Era realmente genial vivir con ella. Pero por más que me gustara vivir con Santana, tenía problemas en los que enfocarme. No podía ignorar el hecho de que mi barriga seguía creciendo. Así que llegó el momento de decirles a mis padres sobre mi embarazo porque no podía dejar que pasara más tiempo.

El día en que decidí hacerlo le pedí a Santana que por nada del mundo saliera, necesitaba a alguien ahí para darme fuerzas. No importaba si me veía peleando con mis padres o algo por el estilo. Encontré un momento en que los dos estuvieran en casa y muy amable y tímidamente los reuní en la sala.

- ¿Qué pasa, Quinnie? – dijo mi mamá.

- No me digas que no quieres ir a la universidad – mi papá tiene esa "ligera" manera de decirlo todo tan directo.

- No, no es eso...

- Entonces habla rápido que tengo una cena con el Sr. Johnson.

- Mamá, papá, lo siento tanto...

- ¿Por qué? – dijo mamá.

- Estoy... ah... – al diablo, no andaré con rodeos – embarazada – traté de parecer fuerte pero estaba muy nerviosa por su reacción.

- ¿Que estás qué? – mi mamá se veía más nerviosa que yo.

- Embarazada... – dijo pensativo mi papá.

- Sí... – no podía contener las lágrimas.

- ¿Es de ese chico Finn? – mi papá no se inmutaba para nada.

- Este...n-no.

- ¿Entonces de quién es?

- Yo... no lo sé.

Mi padre seguía sin mostrar alguna expresión en el rostro mientras mi mamá sólo me miraba con los ojos muy abiertos y luego lo miraba a él como si se tratara de una bomba a punto de estallar en cualquier momento.

Pasaron algunos minutos sin que nadie dijera nada. Sentía que rompería en llanto en cualquier momento. Mi padre sólo fruncía el ceño y los labios mirando a través de mí como pensando cómo castigarme.

- ¿El papá del bebé piensa hacerse cargo? – dijo finalmente.

- No – agaché la cabeza.

- ¿Tú piensas hacerte cargo?

Mi pequeña amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora