Capítulo 7: Mal augurio

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Lloré hasta que mis ojos se secaron. No salí de mi cama en días. Solo me quedé ahí, haciendo nada.
Me costaba respirar. Era como si me estuviera ahogando.
Descremada fue a visitarme todos los días. Aunque yo no le hablaba. De hecho, no había vuelto a pronunciar ni una palabra desde aquel acontecimiento.
Simplemente las palabras no querían salir de mi boca. Y yo no estaba de humor para dejarlas salir.
Después de cuatro días, Descremada volvió corriendo hacia mi habitación y se sentó al lado de mi cama de hielos.
-Tienes que ir rápido hacia la alacena ahora mismo-me dijo. Yo no le respondí. Estaba recostada de espaldas hacia ella. Me tomó por los hombros y me giró hacia ella para que la observase.- Tienes que ir a la alacena. Ahora mismo. Así que muévete de esa cama y ve.
Me empujó de la cama y caí al piso. Me levanté pesadamente para sentarme en la cama otra vez. Descremada volvió a levantarme y me arrastró todo el camino del freezer a la heladera.
-Tienes que ir a la alacena-me volvió a repetir.
Yo no pronuncié palabra pero ella entendió lo que mis ojos querían decir.
-Oye, sé que estas mal, pero créeme, en la alacena hay algo especialmente para ti, para que te animes.
De poca gana decidí hacer mi recorrido hasta la alacena. Sabía que no encontraría nada que me animase ahí, pero iría por la molesta insistencia de Descremada. El camino era largo y aburrido. Los alimentos que pasaba me observaban con atención. Estaba desarreglada porque había pasado días en la cama sin hacer nada, por lo que llamaba su atención.
Cuando llegué a la alacena me encontré con las enormes cajas de cereales, las latas de comida, la sal, la pimienta, los paquetes de fideos, entre otras cosas. Siempre me daba miedo pasar por al lado de las latas de comida, porque cuando lo hacía oía sus gritos. Ellos eran los alimentos malos a los que las Pizzas de la Justicia castigaban y enviaban a prisión, las latas.
Ese lugar no me animaba para nada, no sé qué es lo que pensaba Descremada, pero el sufrimiento ajeno no levantaba mi ánimo.
Mientras caminaba no tan animosamente, más bien diría velozmente y sin mirar atrás con el objetivo de alejarme lo más rápido de ahí, choqué contra alguien. Y caí al suelo. Me levanté y solo me dispuse a seguir mi camino hasta que vi quien era.
-Sali-dijo Peter Pan Bimbo
Quise huir del lugar pero él tomó mi brazo y me lo impidió. Yo me solté como pude y corrí lo más lejos que llegué. No me importó pasar por al lado de las latas, no me importó escuchar los gritos de Peter Pan Bimbo llamandome, yo solo corrí. Me escondí en una de las cajas de cereales que seguían abiertas.
Algunos cereales bebés comenzaron a llorar, lo que me delató y Peter Pan Bimbo me encontró.
No estaba preparada para hablar con él. No estaba lista para mirarlo a los ojos despues de lo que me hizo.
-Yo... Yo lo siento mucho, Sali. Tenías razón-dijo él-. Chori Morcilla me estaba engañando. Pero eso no volverá a pasar.
Lo miré a los ojos, realmente se veía apenado. Algo en dentro de mí se entristeció al verlo así.
-Te traje esto- Peter Pan Bimbo sacó un iChicha de su bolsillo-. Chori Morcilla rompió el tuyo asi que te traje otro. No te pido que la perdones, solo que no la odies.
Esas palabras me confundieron ¿Aún seguía con la Chorizorra despues de lo que le hizo? Por supuesto. El novio fiel.
No acepté el celular que Peter Pan Bimbo me tendía en la mano, y simplemente me di vuelta dispuesta a volver hacia el freezer, mi hogar.
De pronto, escuchamos gritos, y nos dimos vuelta para observar lo que pasaba.
-¿Qué fue eso?-preguntó él.
-¡Ratas!-gritaban los alimentos mientras huían de la alacena.
-Hay que salir de aquí- Peter Pan Bimbi tomó mi mano y comenzamos a correr siguiendo la multidud.
-¡Estan cerca!-gritaban al lado nuestro.
Corríamos lo más rápido que podíamos. Las enormes bestias peludas de narices rosadas nos seguían de cerca. Ya habían acabado con decenas de nosotros en tan solo segundos.
Correr no bastaba, estaban muy cerca.
-¡Sali, cuidado!-gritó Peter Pan Bimbo y cuando me di cuenta, una rata se dirigia hacia mi con intención de comerme. Cerré los ojos esperando mi final pero en vez de eso sentí que alguien me empujaba hacia otro lado. Abrí a los ojos y vi a Peter Pan Bimbo empujandome mientras se alejaba de las ratas, pero no lo suficiente, porque lo atraparon.
-¡Peter Pan Bimbo!-fueron mis primeras palabras en días-¡No!

N/A:
La fucking shit de la fucking shit. Este es el capítulo más largo de TODA LA HISTORIA.

Hello, everybody! Soy Ska de nuevo, Thab casi nunca pasa por aquí :v
Como se habran dado cuenta, la novela esta llegando a sus puntos finales. A partir de aca no creo que la alarguemos más.
Así que lo vuelvo a repetir, pasen a nuestra otra novela, se llama #Team, es un poquito (solo poquito) más seria.

Hablando de otra cosa, se dieron cuenta que si cambian los nombres de los personajes por nombres de personas, los alimentos por personas/gente, el freezer, heladera, alacena por lugares como casa, edificio, etc. iChicha por una marca conocida de celulares, se vuelve una novela seria ¿No? ¿No lo pensaron? Bueno, yo sí porque no me imaginaba que alguna vez en mi vida escribiria una novela de "romance" sobre una salchicha que se enamora de un pan. Nop, nunca lo pensé. Vaya, la vida te sorprende.

El Pan y la Salchicha: Historia de un PanchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora