Llegamos más rápido de lo que pensé al aeropuerto, le pague al taxista y me baje para entrar con mi maleta, mirando hacia todos lados, ¿Dónde estará Jorge?.
Fijé mi vista en un grupo de chicas que estaban con muchísimos carteles, y ahí entonces pude ver a Jorge sacandose fotos con todas.
Me apure lo más rápido que pude para poder llegar, pero alguien se interpuso en mi camino.
— ¡Hola! — me saludo una niña que tenía más menos unos 15 años, en su remera tenía escrito "Jorge Blanco" así que es fan.
— Hola — sonreí. Tratando de ocultar que quería rápidamente ir donde Jorge estaba.
— ¿Me puedo sacar una foto con vos? He visto tus vídeos, y wow, cantas asombroso. — Con que eso era.
— Sí, claro. — la chica sacó su móvil, coloco la cámara y las dos sonreímos para la foto.
— Muchísimas gracias. — me sonrió y se alejó.
Mire nuevamente a Jorge quien estaba viendo los carteles que le habían entregados las fans, ellas seguían ahí por que bueno, querían pasar tiempo con su ídolo.
Llegue a su lado y lo quede mirando sonriente, es un amor de persona.
— ¿Te puedo abrazar? — le preguntó una chica prácticamente llorando, que a mi parecer tenía unos 16 o 15 años.
— Claro que si. — respondió estrechando sus brazos hacia ella. Se abrazaron muy tiernamente, amaba la naturalidad de Jorge con las fans, las trataba muy bien. — No llores, linda. Gracias por estar ahí siempre, gracias. —
— Gracias a vos por todo, vos sos quien me saca sonrisas en mi peores momentos, quien me hace sentir mejor con tan solo escuchar tu voz, sos el mejor. — sollozó. Voy a llorar les juro, es mucha ternura junta.
— ¿Soy el único que te saca sonrisas? — preguntó, la chica asintió. — Me siento halagado. — rió — Pero... ¿Qué hay de malo con los demás? — Moriré, es demasiado amoroso.
— Son sólo problemas que tengo... Gracias por hacerme sonreír. —
— Todo estará bien. — Volvió abrazarla, es demasiado tierno, basta.
Seguí mirando la escena enternecida, pude ver como más chicas también se le acercaban a pedirle un abrazo, y el gustoso aceptaba. Jamás había visto a alguien tener tanta conexión con sus fans, eso también me hizo enamorarme de el, y bueno, si no hubiera tenido aquella conexión con nosotras, no me hubiera seguido y no nos hubiéramos conocido.
— ¡Es Tini! — exclamó una chica, una Jorgista y todas se giraron a verme, incluso Jorge.
— Hola... — susurré incomoda, no quería que todas me vieran ahí, con Jorge.
El acerco a mi y me abrazo fuertemente. ¿Es que no piensa en que todo el mundo nos esta mirando?
— Que bueno que viniste, no podría haber pasado tanto tiempo sin ti. — Susurro en mi oído.
— Yo tampoco hubiera podido, te quiero muchísimo. — decidí ignorar el hecho de que todos nos mirarán, y lo abracé aún más fuerte.
Nos quedamos ahí un rato, conversando con las fans, -que eran muy simpáticas, por cierto- y gracias a Dios no preguntaron si éramos novios o algo.
Nuestro vuelo fue llamado y las chicas nos desearon buena suerte. Me cayeron muy bien, y como no sí también fui una de ellas.
Cuando subimos al avión tome rápidamente el asiento de la ventana, y Jorge tuvo que quedarse al pasillo.
— Que lindo que te lleves bien con mis fans. — dijo de repente entrelazando su mano con la mía.
— También me parece hermoso que tu te lleves tan bien con ellas, creo que eres el único famoso que conozco que interactúa tanto con sus fans. — sonreí recordando el día en que me siguió en twitter.
— Martina, estoy muy feliz de que vengas conmigo, debo confesarte que muchas veces pensé que no vendrías y me deprimía. Pero estas aquí, y nos iremos juntos a México. Es... Fantástico. — Podía sentir la emoción en cada palabra que pronunciaba.
— También estoy feliz de ir, sabes que te quiero. Además te hubiera extrañado demasiado. — mire a la ventana, el avión estaba por comenzar a volar. — ¿Sabes Jorge? Cuando llegue al aeropuerto una chica se me acercó y me pidió una foto. — comente.
— ¿Enserio? Eso es asombroso. —
— Para mi no lo es. Justamente en eso somos distintos, no me gusta la fama, digo, esta bien ser conocida por los vídeos y eso, pero más allá no. Creo que la fama arruina a la gente. — Me encogí de hombros, el me miró fijo, creo que no pensaba lo mismo que yo.
— ¿Y yo estoy arruinado? — preguntó.
— Tu eres una excepción. — sonreí.
(•••)
No se en que momento me quede dormida, pero Jorge me despertó por que el avión ya había aterrizado.
Froté mis ojos, tenía mucho sueño.
Bajamos rápidamente y luego fuimos a tomar nuestras maletas.
Por suerte, no nos demoramos tanto, ya que no había mucha gente.
Pude ver a muchísimas fans recibiendo a Jorge, habían miles y miles -bueno, quizás estoy exagerando, pero realmente habían muchas-, Dios mío, que vergüenza que todas me vean así toda despeinada y recién despertado.
Jorge intentó saludarlas a todas, pero los guardias no lo dejaban, era mucho el caos que había.
Subimos al auto y nos fuimos a no tengo ni idea donde. A casa de Jorge, supongo.
(•••)
— ¿Tienes sueño? — preguntó Jorge dejando las maletas en el piso de su apartamento.
El vive sólo en un edificio, muy lindo a decir verdad.
— La verdad es que si. — dije y luego bostecé, necesitaba descansar.
— Mi habitación es la de ahí. — señaló una puerta con su dedo índice. — Ve a dormir, yo tengo que guardar todas mis cosas. —
— Jorge, eso lo puedes hacer después. Quiero dormir abrazada contigo. — lo tome de la mano y caminamos juntos hasta su habitación.
Al llegar allá, me acomode en la cama y el se colocó a mi lado, abrazandome, igual que en la noche.
— ¿Martina? — preguntó luego de un rato. — ¿Estas despierta? —
— No. — respondí frustrada, realmente necesitaba dormir y el me estaba jodiendo.
— Necesito decirte algo. — Habló como si fuera un niño inocente. Suspire.
— Esta bien, dimelo. —
Pude sentir como me apegaba más a el, y luego su boca se encontraba al lado de mi oreja. Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo.
— Te amo. — susurró de una manera dulce y tierna.
Mi corazón latió más rápido de lo normal, las mariposas en el estómago estaban vueltas locas. Todo estaba fuera de si.
Respiré profundo y le respondí:
— Yo también te amo. —
ESTÁS LEYENDO
Amor por casualidad - Jortini
Novela JuvenilSinopsis: Cuando conoces a tu ídolo, es un sueño cumplido. Cuando conoces a tu ídolo es un momento que quieres volver a repetir una y otra vez. Pero a Martina le sucedió más que eso A Martina le sucedió más que un abrazo, una foto y un autógrafo A M...