Raquel.
Me encontraba en mi cama tirada con la música a tope. Estaba cansada y me apetecía pensar un poco.
Ya llevaba dos meses aquí, sin saber de mi familia. Dani dejó de llamarme debido a que ha encontrado a una chica que realmente le quiera y viceversa. Lo prefiero así, si debo estar secuestrada, no tengo que saber nada sobre lo que pasa en mi "mundo". En las noticias salen reportajes míos de vez en cuando, pero los chicos me quitan la televisión rápidamente.
Estos dos meses han tenido mucha emoción, me he enamorado de mi secuestrador y me he reencontrado con mi mejor amigo/novio de mi infancia. Por un lado, me alegro de que me hayan secuestrado. Poder desconectar de todo y darte cuenta que hay cosas que tú no tenías ni idea que sucedían, es impresionante.
Después de la pequeña pelea que tuve con Samuel, no hemos hablado mucho. Los dos estamos igual de incómodos para tener una conversación. Rubén y yo hemos hablado un poco más desde ayer al mediodía.
Justamente ahora estoy bajando a la cocina y preparar el desayuno a los chicos.
Hoy va a ser un día perfecto, lo notaba.
- Buenos días - esa voz era muy reconocida por mi. Rubén.
- Buenos días, Rubén.
- ¿Por qué te levantas tan pronto? ¿Nos vas a preparar él desayunos? - se acercó a mí y se sentó en el taburete.
- Como estás tan seguro que os voy a preparar el desayuno.
- No creo que te tomes tu sola 10 tortitas - rió - a no ser que tengas mucho hambre o hayas hecho una apuesta con Mangel.
- Vale si - deje dos tortitas más - he hecho una apuesta con Mangel - reímos a la vez - vale puede que de momento no, y si, os estoy haciendo el desayuno.
- Sabes que no hace falta que lo hagas - intento coger una tortitas, pero yo fui más rápida y le di un golpe en la mano - auch - se frotó la mano - podemos hacernos el desayuno, comida y cena nosotros, Raquel.
- Lo sé - sentí mariposas cuando mi nombre salió por su boca, era un amor - pero me he levantado con buen humor.
- ¿Y eso? - preguntó muy emocionado e interesante.
- Presiento que hoy va a ser un gran día - note un pequeño brillo en los ojos, esperanza podría ser.
Seguimos hablando mientras me ayudaba a preparar la mesa y yo seguía haciendo las tortitas. Todo parecía igual que siempre, como si no hubiera pasado, ni peleas, ni mentiras, ni nada. Todo era precioso. Hubo un momento que sentía que me miraba mucho y yo, como siempre, me sonrojaba. Él se daba cuenta, pero seguía haciendo cualquier cosa para que mis mejillas estuvieran más rojas aún.
Al terminar todo, nos sentamos en el sofá, bueno, yo en el sofá y Rubén en el sillón. Estaba incómodo y lo note, no sabía qué decir y, si soy sincera, yo tampoco. No había planeado estar así, pensé que se iría a duchar o vuelta a su habitación pero, claramente, se quedó conmigo aquí, sentados sin saber qué decir y moviéndonos todo el rato por la tensión que hay entre nosotros.
- ¡Huele genial! - chillo el pequeño Alexby cuando bajó corriendo, literalmente, por las escaleras.
- Raquel nos ha hecho el desayuno hoy - respondió Rubén por mi.
- No hacía falta mujer - me abrazo - aunque hay que admitir que tu comida está riquísima.
- Gracias enano - frunció el ceño - es un mote cariñoso.
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El Secuestro Perfecto || Elrubius
FanfictionRaquel Torres: una chica sencilla, con una vida normal. Rubén Doblas: un secuestrador de primera, al que en la vida no le ha ido muy bien. Al verse los dos sienten cosas diferentes. Pero después de ese momento, nada será lo mismo. *Créditos a @nat...