'Capítulo 24'

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*5 meses después*

Raquel. 

Todo había pasado demasiado deprisa, para mi gusto. La relación entre Samuel y yo iba viento en popa, me trataba genial y sabía lo que quería en cada momento. No se lo hemos dicho a los chicos pero pensamos que algo se traman. Me da igual, mientras yo sea feliz me importa poco lo que piensen. El tema de mi secuestro se ha hecho más importante en casi todo el mundo. Por lo que he visto, mis padres han contratado a un detective para averiguar cosas sobre mí secuestrador, pero lo que pasa, es que son más de uno. Si supieran que estoy feliz aquí, volverían a la tranquilidad y dejaran este tema en paz. Pero claro, son secuestradores y tiene una lista bastante larga que lo sigue a cada uno de ellos. 

Dani volvió a contactar conmigo, me explicó que no pudo hablar conmigo porque la policía averiguó que él fue uno de los últimos que me vio y tuvo que declarar, para mi sorpresa dijo que no sabe nada de mi paradero. Me alegré al saber que fue leal a la promesa que hicimos. También me contó que está con una chica y está muy feliz, yo le conté que también estaba con alguien. Cada dos o tres días me llama y nos contamos que tal ha ido nuestros días y me gusta que me cuente lo qué pasa en mi antigua vida. 

Y bueno, luego está Rubén. Las primeras semanas fue duro hablar con él o mirarle a la cara, intente ser valiente y tener una buena relación con él. Samuel se ponía muy sobreprotector siempre que estaba Rubén cerca, me reía en mi interior pero a la vez me molestaba. No hacía falta que marcase su territorio, yo estaba con él y no con Rubén. Pero es Samuel. 

La última vez que hablé a solas con Rubén fue ayer, cuando me termine un libro y justamente paso por mi lado y empecé a indignarme con la muerte de un personaje. Él se sentó en la silla que había enfrente mía y me escuchó con mucha antención que, incluso, hacía que yo sonreía de vez en cuando aunque quisiera llorar. Me animo diciendo que algún día vengaremos la muerte del personaje, a lo que yo reí a carcajadas y se lo contagie. Me di cuenta de que Samuel se encontraba detrás de la puerta mirándonos, pero su cara era de felicidad y no de rabia al ver que estaba con Rubén. Le dedique una sonrisa de oreja a oreja y volvió a dentro. Pensé que puede que esté aceptando que me llevo un poco mejor con Rubén, y eso me alegra. 

Ahora mismo me estoy arreglando debido a que mi amigo Max, el médico que me ayudó cuando me desmayé, va a venir a ver a Samuel. Eso es lo que le hemos dicho a todos, pero en realidad ha sido idea mía. Tengo muchas ganas de volver a verlo, pero esta vez, acordarme de que es él de verdad y hablar tranquilamente. 

Bajo las escaleras rápidamente pero un brazo me detiene con un brusco movimiento. Era Samuel. 

- Me has hecho daño - le dije mientras me frotaba el brazo - ¿Qué pasa? 

- Perdón, no era mi intención - me acarició la mejilla y me dio un beso corto en la boca - Me ha llamado Max diciendo que vendrá por la tarde. 

- ¿Le han pillado? - pregunté con un nudo en la garganta. 

- No, no te preocupes - me tranquilizó - solo que tiene que hacer una cosa antes, así que vendrá un poco más tarde. 

- Esta bien, podré aguantar. 

- Te quiero - sonrío y me abrazo fuertemente. 

- ¿Y esto ha que viene? - sonreí.

- ¿No puedo decirte que te quiero ahora? - me soltó y me miro a los ojos - sabes perfectamente que eres lo mejor que tengo. 

- Lo sé - le bese - yo también te quiero. 

- ¡Chicos! - escuchamos que gritaron desde abajo - ¡Salir de vuestras habitaciones y salgamos todos a dar una vuelta! - dijo Fran mientras subía las escaleras. Rápidamente nos separamos y le miramos - Y a vosotros, ¿qué os pasa? 

El Secuestro Perfecto || ElrubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora