'Capítulo 22'

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Rubén.

Todo había pasado tan rápido. No pensé en ese momento las consecuencias que podría llevar al traerme aquella chica a mi casa, bueno, "mi casa" que no era del todo mía ya que estamos todos conviviendo. 

La cara de Raquel al verme en el sofa desnudo y agitado. No podía dejar de quitarme esa imagen suya de mi cabeza, era como una gran punzada en el pecho y en la mente. Estaba furioso, mucho más, porque siempre Samuel se tenía que meter en todo cuando no le incumbe. Paracen uña y carne, literalmente. 

Empece a imaginar que probablemente tengan algo en secreto y que Raquel se este haciendo la pobre y darme pena. No, ella no es así. La conozco y sé que es una chica con un corazón bondadoso, no como el mío que esta destrozado y puramente negro como el cielo de la noche y algunas estrellas que empezaron a aparecer gracias a Raquel. Gracias a ella estaba volviendo a ser el chico normal que era antes; no pensaba en acostarme con una chica diferente cada noche, ni peleas, ni drogas, ni dinero, nada, solamente ella y nada más. 

Golpee todo lo que veía en mi campo de visión. Lo destroze todo: jarrones, muebles, sillas, cuadros... Todo lo que veía iba a ser arrasado por mi furia. La furia que me convertí. Algo de razón se hizo presente en mí y me hizo parar y observar todo el caos que había formado. Moví mi apestoso culo a la cocina y cogí la escoba, recogí todo lo que había hecho. 

Al terminar de recoger todo fuí a mi habitación a darme una buena ducha para pensar todo bien, y, así, no volver a cagarla otra vez. No más. 

Pasé por la habitación de Raquel y pensé en entrar y explicarla todo, pero oí sollozos y gritos por parte de ella y una voz tranquilizadora por parte de Samuel. 

- ¡Lárgate! - le gritó cuando abrió la puerta y echó a Samuel afiera de su habitación. Este no se imuto de mi presencia y empezo a golpear la puerta mientras la gritaba que abra, ella no hizo nada, solo se oía los lloros de esta. 

Samuel, rendido se giro y por fin posó sus ojos en mí. Él estaba enfadado también, sabía perfectamente que era conmigo, todo el mundo debería de estarlo. Paso por mi lado empujando mi hombro y yo me gire para ver que iba a hacer ahora pero justamente, se paró y volvió hacia mi. 

- Ni se te ocurra acercarte a ella - me apuntó con el dedo - nunca más. No pienso volver a aguantar que la hagas daño. Estoy harto de que siempre hagas daño a las personas, y yo no pienos hacer daño, ya no. He cambiado, puede que siga con mi trabajo, pero no pienso dañar a más gente. Y tú podrías dejar de hacerlo, ella te estaba cambiando, lo sé, tu mirada lo decía todo. Pero empezaste a comportarte como un celoso de mierda con ella, ningún chico se podía acercar a ella, tan solo tú y en tal caso Mangel porque es tu mejor amigo. Pero ella se lleva genial con los demás, pero no la dejabas relacionarse mucho por tus celos. Raquel no tiene la culpa de que en el amor no te haya ido bien y siempre has acabado mal, ella también ha sufrido pero lo superó. - hizo una pausa y yo pensé en todo lo que había dicho, era demasiado. ¿Cómo sabía él todo eso? - Me lo ha contado ella, parece que los dos escondeis cosas, tú más que ella ya que lo tuyo es más, como decirlo, ¿siniestro? Hazme caso y no te acerques a ella, no esta para tonterías tuyas. 

Se fue dejandome con esos pensamientos extraños, ella confiaba más en él que en mi. No entiendo porque ella se ha aferrado a Samuel mucho más que con otros. Sé que con Fran es como su hermano, pero nunca me ha comentado algo de ella. 

Me metí en la ducha mientras dejo que el agua me tranquilice y me relaje. Pensé en que podría hacer para recuperarla, porque tenía que volver a mi lado. La dejaré un tiempo como dijo desde el principio y ya, cuando pase el tiempo, me acercare a ella con cuidado y hablare con ella para poder ser amigos, hasta que volvamos a estar juntos. Pero esta vez sin mentiras, sin ninguna mierda de estas. 

El Secuestro Perfecto || ElrubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora