Rubén.
Raquel se había ido. Literalmente. No quiero decir que nos ha abandonado, pero es como yo me siento yo ahora mismo. Abandonado. Sé que he sido yo quien la ha dejado marchar, pero en ese momento era lo mejor que podía hacer. Ahora que había vivido la experiencia de su abandono total, siento como un vacío tremendo en mi corazón.
Cuando dejé de ver el coche, pude notar como mi corazón se rompía en añicos como si fuera un cristal. No sabía que era tan frágil hasta que la perdí. Todo por mi culpa y mi orgullo como siempre. Seguramente si no hubiera escondido mis secretos, nada de esto hubiera pasado; o tal vez sí, nadie sabe que te puede deparar el destino. Parece que el mío me está devolviendo todo lo malo que he hecho en mi vida. No he muerto durante todo este tiempo, pero, aunque siga viviendo, me siento como si estuviera muerto. Sin ella no soy nada.
Seguir sentado en la orilla de la playa no va arreglar nada, pero pensar en todos los momentos que hemos vivido en este lugar me hace sentir bien. Recordar los recuerdos me relaja, pero al llegar a los malos hace que me estremezca y la ansiedad vuelva a mi.
Decido levantarme y volver a tumbarme en mi cama. No quiero hablar con nadie y mi cara de muerto viviente da la impresión de que no estoy con ánimos. Mangel intentó alégrame después de su ida, pero no podía dejar de pensar en ella. No puedo y tampoco quiero.
Entró en la casa y puedo encontrar que todo está demasiado vacío y silencioso. Su inexistencia se nota bastante, antes, en la casa se podía respirar un ambiente alegre y, ahora, es triste. Ella era la luz en medio de toda esta oscuridad. Me pregunto cómo lo estará pasando Samuel, él la quería mucho, se le notaba aunque no supiera que estuvieran juntos. Otra punzada de dolor. Pensar en que escondieron su noviazgo, me duele en el alma. No la culpo, intentó olvidarse de mi. Yo seguro que tambié lo haría.
Entre en mi cuarto y divisé una hoja en medio de la cama junto con una caja. Cogí primero la carta en la que ponía TE QUIERO con letras mayúsculas. Abrí y pude ver el color con la que estaba hecha, negra. Supe en ese instante que era de Raquel, ella utilizaba colores diferentes dependiendo de lo que quería expresar. Esta vez, era una despedida o algo triste. La abrí completamente y pude ver que no todo era negro, vi que había azul y rosa. Me alegré al saber que no todo lo que me iba a decir era malo.
"Querido Rubén:
Sé que te puedes sentir vacío en estos momentos. No te preocupes. Yo también lo siento. Sabes que no soy muy buena diciendo las cosas a la cara, por lo tanto he decidió escribir una carta que se me da mejor.
Solo quiero decirte que te quiero, puede ser que no desde el primer momento que te vi, pero he de admitir que tus ojos siempre me llamaron la atención. Me perdí en ellos desde que los vi, eso sí que puedo afirmarlo.
Con el paso del tiempo he podido ir conociéndote mejor, y, así fue como me enamore de ti. Cada detalle que hacias por mi, cada sensación de protección, cada caricia, cada abrazo, cada beso, y, cada momento que pasamos juntos; puedo decir que estoy locamente enamorada de ti. Es difícil olvidarte de alguien que cambio tu vida, literalmente. Tú me hiciste ver cómo era la vida, que no todo eran caprichos o alguna tontería. No. Tenías que luchar para conseguir algo que sea beneficioso para ti. Y así es como pienso comenzar mi vida ahora. No pienso ser la misma persona que antes. Ahora voy a ser un poco más fría, incluso más independiente. Nadie me va a decir que tengo que hacer o decir. Eso no sería vida para mí.
Quiero que les diga sa los chicos que los quiero mucho y los voy a echar tanto de menos que espero que ellos hagan lo mismo conmigo. A Samuel dile que le quiero y que perdón por haberle utilizado para olvidarte, no me gusta haber sido así, no con él. Él me ayudó en los peores momentos y no quería pagárselo así. Seguro que estarás pensando que porque digo eso sí me abandono. Sí, tienes razón, pero siempre estuvo ahí para mí. Nunca sabré cómo devolvérsela.
ESTÁS LEYENDO
El Secuestro Perfecto || Elrubius
FanficRaquel Torres: una chica sencilla, con una vida normal. Rubén Doblas: un secuestrador de primera, al que en la vida no le ha ido muy bien. Al verse los dos sienten cosas diferentes. Pero después de ese momento, nada será lo mismo. *Créditos a @nat...