"Qué importa si mañana el cielo estalla de repente, esta noche estamos vivos y con eso es suficiente."
Un rayo de luz la despertó. Abrió los ojos para inmediatamente volver a cerrarlos. Dios, la cabeza le iba a estallar. Volvió a abrirlos. Estaba en su cuarto, acurrucada al lado de Saun, que todavía dormía. Y no tenía ni idea de cómo demonios había llegado hasta allí.
Cerró los ojos de nuevo, intentando luchar contra la resaca. Y, de paso, tratar de recordar algo de la noche anterior. A medida que numerosos flashbacks iban llegando a su cabeza, Elizabeth se llevaba las manos a la cabeza. Joder.
- Es aquí, pare, por favor - indicó Ian al taxista.
Se bajaron de los coches frente a un club. En la entrada, una larga cola de gente esperaba para entrar.
- ¿Estáis seguros de que vamos a poder entrar? -preguntó Edith.
- No os preocupéis -respondió Ian-, el dueño es amigo de mi padre. Esperadme aquí.
Cinco minutos después estaban dentro del local.
El sitio era genial. La gente iba y venía mientras la música retumbaba por todo el lugar.
- Venga chavales, ¡a divertirse! -Ian cogió a Edith de la mano- pelirroja, tú te vienes conmigo.
Mientras sonaba "Fluorescent Adolescent" de Arctic Monkeys, Edith se dejó arrastrar a la pista por Ian.
Elizabeth miró a Saun. Se movía entre la gente como pez en el agua. Un grupo de chicas le sonrieron y él se acercó a saludarlas. Ella se dio la vuelta y se dirigió hacia la barra enfadada.
Un camarero se acercó a ella.
- ¿Qué te pongo, guapa?
- Un Gin-Tonic, por favor.
Ya con su copa en la mano, se quedó apoyada en la barra.
De repente pensó en lo que le había prometido a su amiga. No se podía quedar allí quieta como una momia amargada por culpa de aquel capullo. Aquella noche era una oportunidad única de pasárselo bien, ¡y no podía desperdiciarla! Acabó la copa de un trago y pidió otra antes de dirigirse a bailar.
Saun estaba apoyado en una pared hablando con una chica rubia, y aunque intentaba no mirar, al fondo podía ver a Elizabeth bailando. Aquella guapa chica (¿Jennifer? ¿Jessica? ¡Qué importaba!) no dejaba de coquetear con él y no paraba de hablar. Él se limitaba a asentir con la cabeza y a hacer que la escuchaba.
Eli no paraba de bailar. De vez en cuando lanzaba alguna mirada furtiva hacia Saun y su nueva amiguita. Pidió otra copa. En una de esas miradas, vio como la chica se acercaba a su oído y le decía algo, para luego darle un beso en la mejilla. Aquello la enfureció. Acabó la copa de un trago y se acercó a la barra; necesitaba tomarse otra. ¿Cuántas llevaba ya? Ni idea. En ese momento un chico alto y moreno se acercó a ella.
- ¿Tan guapa y bailando sola? No me lo creo -gritó en su oído.
En su mente, Eli puso los ojos en blanco. "¡Bravo, chico! Qué original" pensó con ironía. Pero sonrió al darse cuenta de que Saun los miraba.
- Me llamo Alex -se presentó-. ¿Quieres bailar?
Asintió. Total, no tenía otra cosa que hacer. Y el chico parecía majo.
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Naughty girl
Romance¿Qué pasaría si eres el chico malo del colegio hasta que llega alguien dispuesto a desbancarte el puesto? Saun Crowell estaba acostumbrado a hacer lo que quería entre los muros del Castle High School, un internado donde estudian los hijos de la gen...