Capítulo 6.

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"El amor no es un arte, es una pelea cuerpo a cuerpo por sobrevivir."

Golpeó el banco de metal con fuerza, haciéndolo retumbar por todo el gimnasio. Por suerte, no había nadie. Se sentó y apoyó los brazos en los muslos. Estaba furioso, demasiado furioso como para pensar con claridad. No entendía a qué estaba jugando Elizabeth.

En la azotea había visto su parte divertida, tranquila y dulce. Pero luego salía la luz del sol y se ponía su coraza de pinchos, sacaba su álter ego y lo miraba como si quisiera matarle. No lo entendía.

"La culpa es mía" pensó. "No tendría ni siquiera que acercarme a ella. No va a darme nada bueno. Pierdo el tiempo".

Cómo podía haber sido tan estúpido. "Se está riendo en mi cara. Se pasa el día tomándome el pelo. Lleva haciéndolo desde que llegó".

Se levantó y se dirigió hacia su cuarto. Se acabó. No iba a darle más vueltas al tema. Si ella quería comportarse así, él también iba a hacerlo.

********

Se sentó con Daniel y unos cuantos chicos más en una mesa. Era la hora de comer y ella se había cogido un yogur y una manzana. No tenía hambre. Mientras jugueteaba con la manzana todavía entera encima de la bandeja, entró por la puerta el chico de ojos verdes. Pero esta vez no la miró. Por un momento, una punzadita de desilusión la inundó, pero rápidamente se auto regañó a sí misma por ello.

Vannessa y sus amigas se levantaron de la mesa con sus bandejas. Se pararon un segundo para hablar con un chico de la mesa en la que estaba ella. Vannessa cogió su vaso de agua y lo dejó caer sobre Elizabeth, mojándola.

- Uy... -sonrió maliciosamente- ¡lo siento mucho!

Ya está. Se la había cargado. 

- Oh, vaya... no importa -dijo Elizabeth inocentemente.

Destapó su yogur, metió la mano y se lo espetó en el pelo. La Rubia gritó horrorizada.

- Yo también lo siento... -se rió.

- ¡Mi pelo! -Vannessa casi sollozaba- ¡Te odio! ¡¡Te odio!!

- ¿No me digas? ¡Qué pena! -respondió irónicamente.

Vannessa alargó la mano y cogió de la bandeja de una de sus amigas un zumo y se lo arrojó. 

- Se acabó -Elizabeth la agarró del pelo y la tiró al suelo. 

Alrededor se había creado un círculo de alumnos, mientras algunos chicos gritaban "¡Pelea! ¡Pelea!", ellas dos seguían en el suelo tirándose de los pelos, hasta que al final alguien levantó a Elizabeth de encima de Vannessa y la sujetó. 

- ¡Que no me toques! -chilló mientras se intentaba sacudir de los brazos de Saun, que la suspendía en el aire. 

- ¡Alumnos, apártense! -el profesor de Francés intentaba abrirse paso entre la gente.

Vannessa ya se había levantado del suelo, y estaba arropada por sus amigas. Saun soltó a Elizabeth.

- ¡¿Qué está ocurriendo aquí?! - todo el comedor se quedó en silencio.

Vannessa y Elizabeth se miraron, pero ninguna dijo nada.

- ¿Quién de ustedes, señoritas, ha empezado la pelea?

Nadie respondió.

- Espero no tener que repetirlo.

- Elizabeth. 

Elizabeth miró a Saun, horrorizada, cuando pronunció su nombre.

- Ha sido Elizabeth -repitió él.

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