Capítulo 2.

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"Un breve encuentro, pero un muy largo recuerdo."

Después de comer, Saun y sus amigos se dirigieron a los jardines del colegio. Se sentaron en el césped, justo al lado de la entrada. Cuando Vannessa y sus amigas se acercaron, algunos silbidos se escucharon mientras ellas sonreían orgullosas.

- ¿Qué tal te fue al mediodía con la nueva? -preguntó Ethan.

- Ag, no me lo recuerdes -respondió Vannessa-. No es más que una friki marginada.

- Pues a mi me parece que está muy buena -se oyó una voz de fondo.

- Pues a mi me parece que deberías callarte -replicó ella a la voz de fondo- Saun, tengo que hablar contigo.

- Por supuesto, bonita.

se levantó y se dirigió con ella a la otra punta de los jardines.

- Respecto a lo de esta noche... -comenzó ella a disculparse- no creo que pueda.

- ¿Cómo que no? 

- Ya sabes que es muy difícil escaparse de la zona de las chicas... y como me pille Ms. Jones me la cargo... entiéndeme, por favor.

"Siempre rajándose a última hora" pensó él. Siempre ponía excusas, si no era una cosa, era otra.

- Está bien -respondió él-. Pero el sábado no acepto excusa que valga, aunque tenga que ir a buscarte yo mismo. 

Ella sonrió y se puso de puntillas para besarle, antes de alejarse a paso rápido. 

Desde la hora de la comida Elizabeth había estado con Edith. Le había estado enseñando el colegio y le había ayudado a instalarse en su habitación. Edith y sus amigos le caían bien. Eran gente normal, y por lo menos tendría alguien con quien hablar. Cuando terminaron de colocar sus cosas, salieron a los jardines para unirse a Daniel y al resto. En la entrada de los mismos había un grupo de chicos, entre ellos uno rubio de media melena y otro de ojos verdes y pelo castaño, muy guapo. Cuando pasaron, el rubio las miró descaradamente.

- ¡Fiuu fiuuuu...!  -silbó cuando pasaron.

Eli se paró en seco.

- Eli, déjalos, son idiotas -le susurró Edith.

- Vuelves a hacer eso, y te comes el césped -dijo ella, dirigiéndose al rubio.

Los chicos se rieron.

- Uoooh -respondió él-, cálmate, gatita, no hace falta que saques las uñas.

-  Ethan, en serio -le dijo Edith-, haz algo con tu vida...

- Y con tu cara - añadió Eli.

Todos los tíos se rieron, excepto él.

- ¿Cuál es tu problema, eh, bonita?

-  No soy yo la que tiene el problema, "bonito". ¡Adiós! - respondió sonriente. 

Y las dos se alejaron.

- ¿Quiénes eran esos tipos? -preguntó.

- El rubio salido es Ethan Murphy, y el guaperas de ojos verdes es Saun Crowell. Son los tipos duros del colegio, ya sabes, están en peleas día sí, día también. El resto son algunos del equipo de baloncesto.

- ¿Esos? ¿Tipos duros? Seguro... -rió.

********

 - Toma, estos son los libros que te faltan.

La secretaria le entregó los libros que le faltaban, y que iba a necesitar al día siguiente. Todavía quedaban sobre dos horas para cenar, así que salío de secretaría con aquellos libros en dirección a la zona de las chicas, pero tuvo que dar un rodeo porque todavía no sabía muy bien cómo llegar. Aquel internado era bastante antiguo, y demasiado elegante para su gusto. Dejó los libros en su cuarto y salió para investigar el edificio. Aunque sabía lo básico -que le había enseñado Edith- todavía no conocía aquel lugar.

Ella sabía que había dos zonas: la de chicos y la de chicas, donde se encontraban las habitaciones. Luego había una "zona neutra" que era donde se encontraban las aulas, la biblioteca, el comedor, las salas de descanso y esas cosas. Todo eso estaba en la planta baja. Desde allí se podía acceder a los patios y a los jardines de fuera, además de al polideportivo, a la piscina climatizada y a las pistas exteriores de baloncesto, fútbol y voleibol. Definitivamente, aquel colegio no le gustaba nada. 

Caminaba por los pasillos tranquilamente, cuando se chocó con un chico que venía en dirección contraria en una esquina.

- ¡Eh! -se quejó-. A ver si tienes más cuidado.

Levantó la vista y vio unos bonitos ojos verdes observándola. Era el tipo que estaba con el rubio en los jardines. Saun Crowell.

- Tranquila, bonita, que fue sin querer, ¡no me pegues! -dijo burlón.

"Será estúpido".

- Muy gracioso.

 Tenía que admitir que era asombrosamente guapo, y tenía una sonrisa preciosa. 

- Eres... Elizabeth, ¿verdad? - Saun se hizo el dubitativo, aunque en realidad sabía perfectamente cómo se llamaba.

- La misma -lo esquivó y siguió su camino-. Adiós.

- Serás borde... -dijo él.

Pero ella ya había desaparecido por los pasillos.

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