God, he's such an art deco {l.s}

Capítulo 2: Can i paint love, God?

Capítulo 2: Can i paint love, God?

« He puesto mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso. »

Louis despertó triste entre los azules violetas de su vieja paleta teñida en óleo seco y recuerdos en serpia. No era una novedad, Louis siempre estaba triste, solo que hoy era una tristeza muda. Un tipo de tristeza que no podía articular con palabras.

A veces, Louis se abrumaba ante las emociones de cualquier tipo, no podía procesarlas. Simplemente decidía olvidar. Porque Louis debía olvidar, no sabía que, y al mismo tiempo sabía que. Harry le había dicho que lo mejor que podía hacer por el mismo era olvidar.

Extrañaba tanto a Harry.

Louis sentía dolor cuando su visión se nublaba con lágrimas haciendo que el cosmos de colores frente a él se asemejaran al apocalipsis y Goya. Era la única manera en la que no doliera tanto. Había cosas en el color que surgían en el mientras pintaba, cosas grandes e intensas, casi como la inmensidad de dios.

"El sufrimiento es lo que lleva a los artistas a expresarse con mayor energía"

Louis se esforzaba por expresar en aquel panel blanco y gris frente a él todo el sufrimiento dentro de él. Pero no había color en el círculo cromático que pudiese representar el dolor que Louis cargaba dentro de él. Louis sentía un dolor que el universo no estaba listo para presenciar.

Había pasado dos meses desde la última vez que Louis vio a Harry. Debido a que ellos no vivian juntos, bueno ya no vivian juntos, desde aquel fatídico día donde parte de la sanidad de Louis se fue junto a sus padres. Ambos heredaron una cómoda herencia, además del dinero del seguro, pero Harry siendo el mayor de edad legalmente se quedó a cargo del dinero que habían obtenido gracias al fallecimiento de sus padres.

Harry tuvo que administrar el dinero de manera muy astuta. Usando una parte para sus estudios ya que sabría que no podría valerse eternamente del dinero que habían heredado. La otra parte la uso para pagar la academia de artes que Louis había soñado ir. Pero también había un enorme gasto en las terapias a las que él castaño se negaba ir, y que sin embargo las necesitaba para recuperar un poco de cordura que se había desvanecido con el paso de los años.

El pincel estaba al servicio del espíritu de Louis durante esos largos años donde aprendió la técnica de Velázquez y Van Eyck de manera rigurosa. Fue un proceso duro y lento, pero la pintura al igual que su tristeza tenía momentos de dulce belleza, donde el universo se detenía entre amarillos ámbar y sonrisas efímeras.

Pero algunos días parecían pesadillas, donde los ojos de Louis no se abrían por temor a que las lágrimas retenidas bajo sus infinitas pestañas se materializaran. Porque cuando Louis lloraba no podía parar. Louis era indudablemente inteligente, sin embargo, su inteligencia emocional parecía ser casi nula.

¿Por qué Louis lloraba?

¿Louis lloraba por la lluvia?

¿Louis lloraba por la muerte de sus padres?

O tal vez ya había superado eso, y su tristeza tenía otras causas que no podía explicar.

¿Louis lloraba por vivir?

Tal vez Louis lloraba porque sabía que nunca sería feliz, nunca sería amarillo y girasoles, y siempre seria constelaciones de azul y Harry.

Louis estaba cerca del verano de sus dieciocho años y aún no había conseguido un apropiado estilo para su pintura. No podía pasar toda su vida imitando a los pintores del renacimiento. Él debía encontrar en la pintura su técnica, debía encontrar colores, debía encontrarse a el mismo.