Capítulo 16.

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Capítulo traducido por lectoras.

Justin PDV.

Coloco mis gafas de lectura para leer el periódico de la mañana. Rosie se arrodilla al lado mío y lee su libro de cuento de hadas, por un momento, me tomo un segundo para mirar su perfección. Verla arrugar los bordes de su boca y su nariz aparece cuando lee algo impactante o divertido. Sus ojos se abren cuando lee algo chocante. Sus labios tiemblan y las lágrimas se asoman cuando lee algo molesto.

Sonrío ligeramente y así vuelvo a mi periódico.

Al escuchar su estornudo en silencio unos minutos más tarde, me hace reír entre dientes y sin apartar mis ojos de las noticias, acaricio su pelo para mayor comodidad.

Es muy triste, Papi. —ella gime.

Lo sé, querida —la arrullo, rascándose la cabeza ligeramente que se apoya en mi mano como un gatito al ser acariciado—. Vamos a conseguir algo de comer, cariño —me levanto y empiezo a caminar hacia la cocina, sabiendo que no me seguía.

—¡No, Papi! quiero leer! —ella suplica a gritos. Me doy la vuelta y levanto la ceja.

—¿Acabas de decirle a Papi no? —digo con firmeza, ella rápidamente se levanta y deja caer su libro .

N-No, Papi —corretea hacia mí. Levanto su falda y luego golpeo su trasero dos veces—. ¡Ay! ¡Papi, lo siento! —ella grita, dejando caer algunas lágrimas rodando por sus mejillas.

Eso es por decirle a Papi no. —niego con la cabeza antes de frotar su culo rosado. Ella se limpia la nariz y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura, enterrando su cara en mi pecho—. Estas perdonada. —le beso la cabeza y acaricio sus rizos.

Ella levanta los brazos y me mira—. ¡A-arriba! —ella pide. Me río, la alzo y la pongo en mi cadera. Ella estornuda y apoya la cabeza en el hueco de mi cuello.

Creo que es hora de la siesta para ti cuando hayas terminado de comer, pequeña. —acaricio su frente caminando a la cocina. Ella se queja en mi cuello haciéndome sonreír y niego con la cabeza. Una pequeña niña.

La pongo en su silla, le coloco su chupete y su oso de peluche.

—¿Quieres un poco de pasta, pequeña? —le pregunto, abriendo el refrigerador.

La pasta es lo que ella llama pollo al estilo Alfredo. Pienso que es la cosa más linda cada vez que lo dice.

—¡Sí Papi! —ella chilla, aplaudiendo. Me río ante su entusiasmo y saco todos los ingredientes necesarios.

Mezclo el delicioso brebaje juntos, Rosie golpea con las manos en la bandeja de la silla.

—¿Sí, mi pequeña niña? —digo mirando a ella.

Yo no niña, Papi...Yo ser una buena chica... Quiero ayudarte, Papi... ¡Por favor! —ella pone mala cara, y patalea sus piernas ligeramente.

Está bien, cariño. Tú sabes que no puedo resistir ese puchero. —me acerco a ella y la bajo de la silla.

La llevo al mostrador, y la pongo ahí para continuar revolviendo la olla de salsa.

Está bien, cariño. Es necesario agregar esto —digo con un poco de sal pimienta que agrego en su mano para que ella pueda ponerlos—. Buena chica —le alabo mientras escucha.

—¡Lo hice, Papi! —ella grita haciéndome reír.

Sí lo hiciste, cariño. —beso su frente—. Eres la pequeña ayudante de Papi... ahora ¿Parmesano o mozzarella? —Tengo una bolsa de cada uno.

Daddy's Girl © | Justin Bieber | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora