Daddy's Girl © | Justin Bieber | TERMINADA

Capítulo 11.

Capítulo traducido por una lectora.

Justin PDV.

"Te odio"... "Te odio"... "Eres como maestro"... "Eres como maestro"...

Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza mientras veía a Rosie jugando con sus muñecas desde mi monitor. Había una cámara en su habitación por propósitos de seguridad. Había una en cada habitación.

Mi corazón se apretó cuando la vi contraerse y llorar en silencio por el dolor cuando se movió un poco sobre su trasero. Habían pasado varios días pero aún le dolía. Ella aún estaba un poco asustada de mí, cada vez que la tocaba o trataba de sostenerla ella se ponía nerviosa y retrocedía un poco. Mi corazón se rompía cada vez que ella hacia eso.

Era un estúpido que no la merecía.

—Rosie ¿cariño? —presioné el botón de su habitación en el intercomunicador. Ella se estremeció y soltó un gritito adorable por mi repentina voz.

—S-si... ¿Papi? —lloriqueó dejando su muñeca en el suelo.

—Ven a mi oficina cariño —ordené gentilmente.

—S-si Papi —lentamente se puso de pie y vi como pasaba sus temblorosas manos por su vestido para arreglarlo antes de caminar fuera de la habitación.

Minutos después escuche sus suaves pisadas venir a la puerta de oficina y silenciosamente abría la puerta. Una sonrisa instantánea se formo en mi rostro al verla. Ella es tan hermosa.

—Ven aquí dulzura —le dije suavemente—. Ven a sentarte en mi regazo.

Ella trata de ocultar su sonrisa intentando seguir enojada conmigo y corre hacia mí.

—Alto —dije cuando estaba a punto de sentarse—. Dale a Papi un beso primero —le dije divertido, presionando un dedo en mis labios y con mi otra mano acariciando su espalda y ocasionalmente apretando su trasero.

Ella suelta una risita y se inclina hacia abajo rozando sus labios con los míos en broma—. No te burles de mí, gatita —me río entre dientes en su labios ganándome otra risa de ella, envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y presiono sus labios con los míos gentilmente.

Acaricio su mejilla con una de mis manos y la otra descansando en su espalda, atrayéndola a mi regazo—. Uhmmm... —gimo cuando se aleja—. Unos labios dulces —sonrío colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

La acomodo en mi regazo para que estuviera más cómoda—. Recuerda que el regazo de Papi es tu trono —la miro en adoración

—¿P-porque soy una princesa Papi?—ella pregunta con ojos inocentes.

—Exacto cariño —beso su frente—. Te preparé un poco de té preciosa —tomo la humeante taza de mi escritorio y cuidadosamente se la tiendo—. Con cuidado corazón, está caliente —la arrullo mientras escucho sus silenciosos sorbos, suspiro y se relaja profundamente a mi lado.

El teléfono de mi oficina sonó de repente—. Bonjour —contesto viendo que es uno de mis clientes franceses.

—Bonjour, Monsieur Bieber! Comment etes-vous ce soir (Hola Mr. Bieber! Cómo está usted en esta tarde?) —el hombre francés habla.

—très bien Avez-vous mon arget encoré, Monsieur Chevalier? (Bien, tiene ya mi dinero Mr. Chevalier?) —le pregunto completamente serio.