Daddy's Girl © | Justin Bieber | TERMINADA

Capítulo 13.

Capítulo traducido por una lectora.

Justin PDV.

Bostecé mientras caminaba por el pasillo hacia la habitación de Rosie, para ir a despertar a mi pequeña. Era fin de semana, así que decidí dejarla dormir un rato más.

Lentamente abrí la puerta y mis ojos se abrieron al no verla en la cuna.
Una sonrisa crece en mi rostro, sabiendo que probablemente ella solo está jugando a las escondidas.

—Sal pequeña, o te encontraré y te haré cosquillas... —miré debajo de la cuna y dentro del armario. Nada.

Resoplé cuando me di cuenta que ella no está aquí. Con fuertes pisadas salí del cuarto y bajé las escaleras. Fui de nuevo tomado por sorpresa cuando vi a Rosie caminando en la cocina en jeans, una camiseta y su cabello lacio suelto. ¿Por qué no está vestida con sus usuales vestidos con volantes y sus rizadas coletas? Ella no está en su pequeño universo esta mañana.

—Oh ¡Hey Papi! —Rosie finalmente me ve parado ahí totalmente asombrado.

—Hey... ¿cariño? —dije en tono de pregunta después de que ella caminara hacia mí y besara mi mejilla.

—Te hice el desayuno. —Ella sonríe, toma mi mano y me lleva hasta la mesa.

Mi boca se hace agua cuando veo panqueques, tocino, huevos y panecillos bañados en mi salsa favorita, mantequilla de manzana.

—Come Papi —ella sonríe entregándome un tenedor. Ella no tiene que repetirlo dos veces.
Gimo en voz baja por el sabor—. También pagué las cuentas mientras dormías, espero que no te moleste. —ella envuelve sus brazos en mi cuello por detrás y planta un beso en el lado de mi cabeza. Yo sonrío, agarrando su mano y besándola.

—Gracias cariño... ¿Tú no vas a comer amor? —pregunto mientras como otro delicioso bocado de mi delicioso desayuno.

—¡Oh sí! —ella sonríe—. Lo olvidé —ella camina al mostrador y toma su plato.

—Siéntate en mi regazo, panecillo —digo mientras ella busca alrededor un lugar para sentarse. Envuelvo mi brazo alrededor de su cintura y la jalo hasta mi regazo. Ella ríe mientras da una mordida a su tocino.
Comemos en silencio en lo que ella de repente toma la sal y la pimienta.

"¡Ahh, golpéalo!" "¡Ahh, golpéalo!" ella canturrea mientras ríe. Me quedo en blanco antes de reventar en risas.

—¿Qué diablos fue eso? —limpio mis ojos, mientras seguía riendo.

—Estaba muy silencioso —dice mientras encoje los hombros.

—Estás loca —río.

—¡Loca por tiiiii....! — canturrea de nuevo mientras me guiña.

—Está bien, mi bola de queso —sacudí mi cabeza mientras comía el último bocado.

Antes de que pudiera pensar, ella ya había tomado nuestros platos y los había lavado. No podía ayudar ya que estaba viendo que bien se veía su culo en esos jeans.

—¿Podemos salir a caminar hoy, Papi? —ella pregunta.

—¿Hmm?... —pregunto, sigo hipnotizado por su perfecto culo. Ella se da la vuelta y ve lo que está distrayendo.

—¡Papi! —ella golpea mi hombro juguetona.

—¡Oh no! Estoy herido... —caigo al piso agarrando mi hombro—. Voy a morir, a menos que... —toso falsamente.