Nunca salíamos al jardín, estaba prohibido por mi obsesivo cuidado de su pequeño organismo. El sol brillaba y la naturaleza, en una porción que se exponía en mi patio trasero, nos llamaba. Tomé la decisión sin pensarlo mucho, de hacerlo, me hubiese convencido de no salir con él. No conocía los pájaros, ninguno había visto desde que salió del hospital por primera vez, tras demasiado tiempo desde su nacimiento.
Me senté en el pasto, y le dejé libre para explorar. Con mi corazón latiendo rápido y mis manos entrelazadas, en un intento de controlar mi impulso sobreprotector de tomarlo en brazos y correr de regreso al santuario de la casa.
Él exploró, se maravilló de todo cuanto pasaba ante sus ojitos; nunca los había visto tan grandes, tan ávidos de absorberlo todo.
Se escuchó un crujir de hojas cerca, sus sentidos fueron puestos a prueba y su instinto de superviviencia aún más. Pasó en cámara rápida, nada de lenta. Las siluetas de unas aves pequeñas, salieron de entre unas ramas bajas, y se emprendieron vuelo en cuestión de segundos. Fue, en verdad, demasiado rápido; caí en cuenta de lo acontecido, hasta que sentí una opresión en mi costado izquierdo.
Ahí estaba Mateo, introducido lo más que podía con sus fuerzas de 18 meses, entre mis costillas y mi antebrazo; ahí estaban sus ojos muy, muy abiertos, buscando apoyo y certeza de bienestar en mi rostro. Tenía miedo, eso difícilmente pudiera malinterpretarse. Pero lo más relevante a mi corazón de madre, fue esto: TENIA MIEDO, ESTABA ATENTO AL PELIGRO POSIBLE DEL MUNDO EXTERNO, Y ME BUSCABA A MI COMO SU ÚNICA Y VERDADERA PROTECCIÓN.
¿Cómo no creer en un Dios de amor? ¿Cómo noasociar su benignidad, a la posibilidad que nos regala de experimentar un pocode lo que Él representa? Esa tarde, encontré la mayor prueba de que hay amorperfecto, de que hay confianza total, de que mi mejor motivo para vivir y elmejor momento de mi vida, fue-es-será mi pequeño, mi Mateo.
Dedicado a Aida Orozco, madre de Mateo.
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Trozos de Mí...HISTORIAS CORTAS...
RomanceSerie de pensamientos, algunos más cortos que otros...instantes que incitan al corazón y a la mente, a depositarse en un momento robado, un vistazo a una vida que no nos pertenece...liberarnos de un instante de tensión propia para vivir alguna sensa...