Trece

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-Creo que esa playera se me hace conocida.- Mitch habló, señalando la camiseta blanca que traía puesta con su dedo pulgar.

-Um, no lo creo.- me encogí de hombros mientras me metía un puñado de cereal de chocolate en la boca- ¿Qué?- susurré, en un intento por no escupir el contenido de mi boca.

-Eres... iugh, y luego te quejas de mí.- viró sus ojos mieles y movió una silla para sentarse más cerca de mí en la mesa- Pareces una completa bruja, solo te falta la verruga en la nariz.- soltó una breve carcajada y le saqué la lengua a forma de burla.

-¿Quieres zumo de manzana?- señalé la botella con mi dedo pulgar y él, negó con su cabeza sin despegar la vista de su libro- Okay.

-¿Mamá salió temprano?- preguntó sin despegar la vista de las letras.

-Sí.- afirmé.

-Ayer en la noche, me dijo que hoy nos quiere temprano allí.- me miró por el rabillo del ojo y solo me limité a asentir.

-Ajá.- mastiqué otro puñado de cereales, creando un suave y acompasado crunch con mis dientes.

-Eres toda una dama.- susurró el castaño, elevando sus dedos meñiques al aire sin soltar los bordes de su libro azul.

-Hecha y derecha.- le guiñé un ojo cuando enfocó sus ojos en mi rostro.

Viró los ojos divertido- Oh, lo olvidaba. Te llegó un paquete, lo encontré cuand...

-¿Dónde está?

-Lo dejé sobre la mesa de la sala.- frunció el ceño extrañado y señaló en dirección al lugar con un destornillador rojo. Terminé de comer rápido mi desayuno y, luego de limpiar los utensilios que había utilizado, salí disparada hacia el salón principal.

Rosa.

Cuando mi vista se enfocó en ella, me percaté de que realmente era una caja color rosa. De cartón, rosa. Un cosquilleo comenzó a revolverme las entrañas, aunque... quizás era por la comida que recientemente había ingerida. Seguro. Shh.

Acerqué el objeto a mis manos y, cuando la levanté, me di cuenta de que su peso era ligero. Las ganas por abrirla eran enormes pero en el fondo algo me decía que no debía hacerlo aún. Troté el corto camino hasta las escaleras y comencé a subir los peldaños, de dos en dos, topándome con la puerta de mi habitación y entrando en ella como una luz. Encendí el ordenador portátil con rapidez y me conecté en Facebook, sin esperar más.


Amy: Buenos días, Lord David.

David Jones: ¡Buenos días, princesa!

Amy: Adivina.

David Jones: ¿Qué te picó ahora?

Amy: Adivina.

David Jones: No me gustan las adivinanzas, son para ñoños🤓

Amy: Eres un ñoño, quieras o no.
Amy: Adivina.

David Jones: Oyee, eso ha dañado mis sentimientos😪

Amy: ERIJEWFNHUWSNABS

David Jones: Oh, ya sé.
David Jones: ¿Ya te llegó el paquete?

Amy: YEEIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.

David Jones: ¿Lo abriste ya? 🙀😺😻

Amy: NnOoOoOoOoOoO.

David Jones: Why??????????
David Jones: 😿😿😿

Amy: Quería que lo hagamos juntos.🙀😸😺

Walk in the sun.  [Danny Jones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora