Ocho

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David Jones: ¿Aún no consigues novio?

Amy: No.😒

David Jones: Tan joven y solterona.

Amy: Cállateeeeeeeeeeeeeee. Estoy muy feliz ahora.
Amy: ¡Saqué diez en mi examen!

David Jones: ¡Eso es genial, estrellita!
David Jones: Me alegro muchísimo por ti, sabía que te iba a ir genial porque tú eres alguien genial😎🤟

Amy: Aw, muchas gracias, Dave.😽

David Jones: Estoy muy orgulloso de ti😭🤧 *Pega el examen en el refrigerador*

Amy: Cállateee, me sonrojo.
Amy: Pareces una madre orgullosa y eso no suena divertido... aunque... 🤔 ¡Te imagino con falda rosa y bigote, como Freddie Mercury!😂

David Jones: Yeaaaah.🤟🌟
David Jones:
Y por esos comentarios es que terminarás sola.

Amy: JAJAJAJA, terminaré como la loca de los gatos.
Amy: Aunque no tenga gatos.

David Jones: Descuida, yo te compraré los que quieras.
David Jones: 😽

Amy: No necesito caridad.

David Jones: No seas cabeza dura.

Amy: Aunque no me veas, en este momento te estoy haciendo caras feas.

Tapé mi cara con ambas manos, suprimiendo así las carcajadas que brotaban de mi garganta. Observé la hora en el reloj digital de mi laptop y, tras cambiar de canción en el reproductor, toda la sangre de mi cuerpo se acumuló en mis mejillas al leer los nuevos mensajes de David.

David Jones: Ya eres fea, digo...
David Jones: Hablemos por cámara.

Amy: ¿Me enseñarás tu horrible cara al fin?🤩

David Jones: Em... mi cámara está rota en realidad, tengo que comprar una.

Amy: Oh, no se vale.😭


Llamada entrante de David Jones.


Sentí como algo se retorcía en mi estómago y miles de cosquillas me recorrieron hasta las puntas de los pies, corrí para verme en el espejo que estaba en una esquina de mi habitación y acomodé un poco mi cabello con los dedos, gruñendo un poco por el aspecto desaliñado que tenía y volviendo a los tropezones hacia mi escritorio. Hice click en aceptar y una pestaña en negro se reveló.

-Hola.- saludé tímidamente con mi mano después de oír unos ladridos y otros sonidos que no pude reconocer, me sentía bastante nerviosa en ese momento como para averiguarlo. Sabía que él probablemente estaba mirándome y el hecho de que yo no podía verlo... me ponía más ansiosa aún.

-Hola, hermosa.- una voz algo ronca se escuchó desde los parlantes y sentí mis rodillas temblar un poco, realmente era su voz. Su dulce voz- Lo siento.- gruñó por lo bajo y sonreí, observando mi rubor en la imagen que me daba la pantalla digital- Mi perro enloqueció...- rió un poco.

-Tú... tú lo enloqueces.- viré los ojos divertida, tratando de ignorar la vergüenza que me trepaba por el cuello y las mejillas.

-Lindo pijama, muy... maduro.- su tibia risa se escuchaba algo baja, como si se estuviese riendo con la boca cerrada, pero me resultaba muy agradable y relajante.

-¡Oye!- me quejé un poco entre risas, bajé la vista a mi camiseta y la estiré un poco para observar el estampado que había en ella- Me lo regaló mi hermano, ya sabes.

-Buena elección para dejar en ridículo a alguien.- lo imaginé elevando ambas cejas y solté una carcajada, tapándome la cara con ambas manos.

-Los hermanos han sido creados para hacer exactamente eso.- destapé un poco mis ojos y observé mi expresión achinada por la risa, ¡Por dios, estaba horrible! Eres horrible. Silencio, tú.

-Te quedan lindas las vacas violetas.- resopló con diversión y sonreí, inflando mis mejillas un poco por la pena que me causaban sus palabras- ¡Eres malditamente adorable!

-Por supuesto, a mi todo me queda lindo.- elevé mis hombros, restándole importancia a la situación- ¡No digas groserías, Dave!

-Tienes razón.- afirmó con absoluta convicción y me sonrojé rápidamente, no me esperaba esas palabras de él.

-¿Qué haces?- pregunté mirando directo a la cámara.

-No me mires así o comenzaré a babear en tu tapate, estás advertida.- dijo con un tono de aviso.

-Basta.- me tapé la cara con un oso panda de peluche que se encontraba sobre mi cama- Tus ojos azules me encandilan.

-Soy tan sexy.

-Son casi las once ya.- miré mi móvil con pena e hice un mohín triste con mis labios.

-Tengo hambre, también... ¡Aquí no me atienden!- gritó con fuerza y su voz se oyó un poco distorsionada.

-¡Me aturdiste, David!- me quejé, llevando una mano a mi oído.

Rió de manera burlona y se oyó un ruido- Creo que me llaman... hoy me toca cocinar.

-¿Vives con tus amigos?- indagué.

-No, solo estoy hospedado en la casa de uno hace dos días...- se escuchó su tono de voz un poco bajo.

-Acércate al micrófono que apenas te oigo hombre...- lo regañé, apretando las orejas de mi oso panda con fuerza mientras me quejaba.

-Es que me estoy cambiando.- dijo esta vez un poco más cerca del micrófono y un escalofrío me recorrió la espalda, su voz era sumamente grave y atractiva- Eres una ternura.

-Chananana, na, na, naaaa.- comencé a agitar mis brazos en el aire como baile, tirando el peluche por los aires y él se empezó a reír fuerte.

-Sin propinas, no hay baile.- me regañó y bajé los brazos, frunciendo el ceño con enojo.

-Qué mala gente.- arrugué mi nariz.

-Llegaremos tarde.- una voz masculina se escuchó a lo lejos, seguido de unos aplausos y el golpe de algo de madera-Ya voy, ya voy.- contestó con prisa, acercándose aún más al micrófono y dejándome oír cada hermosa octava de su voz- ¿Hablamos en la noche?

-Tengo que trabajar...- llevé mis manos hacia mi mentón de manera pensativa- ¿Mañana?

-Bueno, ve tranquila a ganar el dinero para el pan.- se oyó un cierre de una mochila o quizás un bolso grande.

-Nos vemos, Dave.- estiré las vocales con una aguda voz mientras me despedía de él agitando mi mano.

-Un placer haber hablado con usted, bella señorita.- me alagó y verdaderamente, empecé a sentir mis mejillas arder con prisa.

-Vete ya.- lo regañé con una rara mueca y corté la llamada. La ventana de chat se abrió nuevamente y pude notar que estaba escribiendo, mordí mi labio con nerviosismo y solté una risa.


David Jones: Eres ruda...

Amy: Nos vemos, adiós...

David Jones: Nos vemos, hermosa.

Amy: 😊


Apagué el computador después de haberme despedido de él como por cinco minutos más y bajé las escaleras, dirigiéndome hacia la cocina para preparar mi almuerzo. Adoraba cada vez más las charlas con David, aunque sonara loco... creo que me estaba empezando a gustar. 

Walk in the sun.  [Danny Jones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora