Capítulo 1

34 3 0
                                    

El hospital estaba más silencioso de lo normal.
Mientras afuera se desataba una gran tormenta, adentro estaba muy cálido. Menos para la familia Miller, quienes estaban desesperados porque su hija Bianca estaba apunto de dar a luz a una bebé.

Después de varios minutos, que parecieron horas, salió el doctor.
Por su cara ya veían lo que se avecinaba.

El doctor dio una noticia verdaderamente trágica, para casi todos los que estaban en la sala; el bebé había muerto.

El novio de Bianca, lloraba desconsoladamente mientras pateaba y golpeaba lo que estuviera a su alcance. Su madre lo apoyaba y trataba de tranquilizarlo.

Bianca estaba verdaderamente triste, no sólo ella, todos los familiares cercanos a ellos. Pero los señores Miller lo único que hacían era fingir, porque ellos no querían que el bebé nazca por su reputación.

Según para todos, era el fin.
Pero lo que no sabían, es que recién era el comienzo.


Pasaron 14 años desde que nació Emma, y las cosas van de maravilla... O eso era antes.

Emma vivía en California con su tía, Lourdes Miller. Ellas no se llevaban bien por así decirlo.

Lourdes como era joven, de unos 26 años, quería hacer su vida. Pero según ella, Emma lo impedía.
Por lo cual, decidió deshacerse de ella. ¿La forma? Un crimen.

La mujer tenía todo planeado. Culparía a Emma de que le robo un reliquia muy valiosa para ella y su familia.
Logrando apartarla de su vida por un buen período de tiempo.

- ¿Qué pasó? -habló Emma, debido a que golpearon la puerta de su cuarto.

- Tú bien sabes lo que pasó, ladrona - dijo la señora, Lourdes, entrando al cuarto.

- No sé de qué hablas -formuló la castaña con suma tranquilidad.

- Sí, lo sabes, no mientas más, nena. Tenías razones para hacer ese robo - Habló la rubia.

- ¿Qué robo? ¿De qué hablas? -preguntó alzando un poco su voz.

- ¿Qué parte de que no mientas no entiendes, nenita? - dijo Lourdes levantando la mano para darle una cachetada a Emma.

- La parte en la que tenés derecho a pegarme -tomó la muñeca de su tía.

- Mira mocosa. Yo tengo todo el maldito derecho de pegarte. Adivina por qué. Fui yo la que te crió estos malditos 14 años. Así que me decís la verdad de una vez, no quiero perder el tiempo con vos - dijo ella, casi sin paciencia alguna.

- Ah, sí ¿Y qué vas a hacer? -preguntó Emma en un tono de burla.

- Tenés una sóla oportunidad, no la desperdicies, porque si por lo tanto no me dices la verdad, tendré que llamar a la policía contando esto -su tía dio por finalizada la pelea.

Tras cerrar la puerta, la joven castaña tiró lo primero que tuvo a mano contra la pared.
Situaciones así la frustraban mucho.
¿Un robo? ¿A qué se refería?

CaughtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora