Capítulo Doce

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Zayn subió a su motocicleta, conduciendo a un lugar dónde únicamente había estado dos veces, pero ya sabía la dirección de memoria incluso antes de eso. 

Estacionó su motocicleta en la acera de la casa de alado, la cual parecía estar vacía y caminó hacia el teléfono público que estaba a unos metros de la casa. Metió un par de monedas, marcando el número.

Luego de casi seis tonos, un cuarto de la casa color crema se iluminó. 

—Mierda, Malik. ¡Son las tres putas de la mañana! —gruñó la voz de Liam, sonando más ronca de lo normal.

—Lo siento, cariño, pero el bebé se está moviendo mucho y no me deja dormir —dijo Zayn, sonando la más inocente posible, aunque claro, con el castañeo de sus dientes, no sonó muy convincente.

—Por el bien de tu culo, dije por favor que no me despertaste a las tres de la mañana para eso —murmuró, sonando irritado.

—Que mierda de padre eres, recuerdame advertirle a todas las chicas del país. 

—¡Voy a colgar!

—¡No! —habló rápidamente —necesito un favor

—No voy a prestarte dinero

—En la madrugada eres más idiota

—Zayn...

—Sólo necesito donde pasar la noche.

—¿Qué te parece tu casa? —dijo un Liam medio dormido.

—No puedo... Por favor, Liam —susurró, sintiéndose patético. Liam despertó por completo al oír la súplica en su voz. ¿El desgraciado de su padre le habría hecho algo? ¿Está herido?

—¿Dónde estás? —preguntó el castaño, comenzando a poner sus zapatos, dispuesto a ir por el morocho donde sea que estuviese.

—Si te asomas por la ventana me ahorrarás saliva —respondió, tiritando de frío. Vio cómo una sombra se movía dentro del único cuarto iluminado y luego la cortina se abrió. El morocho saludó con la mano, para después colgar el teléfono. 

Liam dejó su celular en la mesita de noche para luego salir de su habitación, tratando de hacer el menos ruido posible. Cuando abrió la puerta, Zayn entró de inmediato, tiritando. 

—Mierda, Zayn. Estas azul —exclamó Liam, frotando el desnudo brazo del morocho.

—Resulta que hace algo de frío por las noches.

—Apuesto a que sí —Liam rodó los ojos, llevando a Zayn a la cocina a por un té. El morocho lo tomó en silencio. —Ven, vamos a mi habitación —ambos chicos subieron las escaleras en silencio, internándose al calientito cuarto de Liam. 

—Toma —Liam le dio una sudadera, que en el delgado cuerpo del morocho lucia enorme. —¿Por qué estabas vestido así en plena calle? —preguntó al tiempo que  Zayn se ponía la sudadera. 

El morocho agradeció el calor que le proporcionó.

—Mi padre me echó —murmuró, encogiéndose de hombros. Liam apretó los puños, enojado. 

No dijeron nada más. El castaño se acostó, perdiéndose entre las cobijas y dejando espacio para Zayn en la cama. El morocho se acomodó a su lado, tapándose hasta la boca para recuperar el calor corporal. 

—¿Payne? —llamó el morocho. 

—¿Qué?

—¿Podrías...acercarte más? —preguntó, sonrojado, pero su cuerpo estaba congelado y Liam lucía muy cálido.

Parental Proyect (L.S-Z.P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora