Capítulo Once

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—Woke up an optimist , Sun was shining, I'm positive... —canturreaba el rizado mientras jugueteaba con la punta de sus dedos en el agua de la fuente en donde estaba sentado. Llevaba aproximadamente diez minutos esperando a cierto castaño de ojos azules. Sus audífonos sonando en sus oídos con la suave melodía de FourFiveSeconds, posiblemente su canción favorita. Una paloma revoloteó a su alrededor hasta posarse a sus pies. Ambos intercambiaron una mirada de curiosidad, al tiempo que Harry se deshacía de uno de sus audífonos. —Lo siento, amiguita. No tengo comida —murmuró el rizado, haciendo una mueca de verdadera tristeza. La paloma inclinó la cabeza, aún mirándolo fijamente. Cuando estuvo a punto de decirle otra cosa, el rugido de una motocicleta hizo que su nueva amiga se fuera volando. 

Harry giró ligeramente asustado, miedo que se disipó cuando Louis bajó de la motocicleta, enfundado en una chaqueta de cuero y unos skinny jean ajustados. Se quitó el casco incluso antes de bajar de la moto, pasando una mano por su cabello, dejándolo despeinado de una forma tan sensual... Harry casi podía ver todos y cada uno de los movimientos del chico en cámara lenta. Vio sus músculos flexionarse mientras bajaba de la motocicleta, así como también vio cuando guardó su casco y por último, la exquisita mirada que se posó sobre él. El pobre rizado estaba casi babeando. 

—Hey —murmuró Louis cuando ya estuvo frente al oji-verde. Harry tuvo que relamer sus labios antes de poder decir alguna palabra, cualquier cosa.

—N-no creo que deberías dejar tu moto ahí —tartamudeó, sonrojándose por lo patética que debió escucharse su voz. Louis mordió su labio, evitando así que una sonrisa se escapara.

—Es un país libre. Vamos, mocoso —respondió, comenzando a caminar. El rizado se levantó apresurado para luego caminar torpemente a su lado al tiempo que ponía pausa a su música y se quitaba el audífono que quedaba. —Lamento la tardanza —murmuró, con la vista al frente. 

—No hay problema —dijo el rizado, regalandole una preciosa sonrisa con hoyuelos. 

—Bueno, ahora guíame porque no tengo la menor idea de hacia donde caminar —Louis sonrió, sin poder evitarlo. Enamorándose de esos hoyuelos. 

—Bueno, en la tienda donde trabajo prometieron hacerme un descuento —Harry comenzó a guiar a Louis.

En cuanto entraron a la tienda, se dirigieron al área de bebés. Harry tenía un brillo de emoción en los ojos mientras veía la diminuta ropa rosada. Louis tenía el mismo brillo, sólo que sus ojos estaban puestos en Harry. 

—¿Qué te parece este mameluco? ¡Es hermoso! —Harry levantó en alto un pequeño trajecillo rosa, con el dibujo de un perrito con listones azules en las orejas. La imagen de una bebé de rizos castaños y ojos grandes y verdes usando eso le pasó por la mente al oji-azul. 

—Es bastante lindo, mocoso. —murmuró, las palabras sonando extrañas en su boca. El rizado mantuvo una sonrisa llena de hoyuelos por cada traje que le mostraba a Louis. 

—Louis, ¿crees que necesitemos comprar una cuna o algo así? —preguntó él rizado, aún distraído con los montones de ropa para niña.

—Luego veremos eso —murmuró Louis, sonando apenado. Él quisiera comprar todo lo que se le ocurriera al rizado, pero en cierto punto le avergonzaba el decir que no tenía el suficiente dinero. Aunque claro, se preguntarán que mierda hace Louis Tomlinson en una prestigiosa escuela. 

Bueno, al principio su padre pagaba, ahora que ya no está, tiene una beca. 


Salieron de la tienda por eso de las cinco, un montón de bolsas en las manos. Habían dividido el total a la mitad, el descuento del rizado ayudó muchísimo, cabe aclarar. Ambos comieron en silencio en un pequeño restaurante  dentro del centro comercial. Harry comía, mirando su plato mientras que Louis lo hacia mirando al rizado. El no poder apartar la vista le era casi hipnótico.

Parental Proyect (L.S-Z.P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora