13.- Y... ME BESA.

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NOTA :  Hay una parte de éste capítulo que preferentemente debes leerla lentamente y escuchando "If I Could Fly" de One Direction. (A partir de los guiones)

   Cojo la taza de café y me siento en el balcón de mi habitación. Contemplo el horizonte de la preciosa ciudad y me doy cuenta de que parece que va a ser un día triste. No por mí, ni porque me haya pasado nada malo fuera de lo previsto, sino por el gris y frío día con el que ha amanecido hoy Oxford. Bueno, en cierto modo, tratándose de Gran Bretaña, no sé de qué me sorprende. Lo que pasa es que siendo verano y teniendo en cuenta que desde que llevo aquí, solo ha hecho un calor de muerte... en fin...

   Me acabo el café y vuelvo a entrar para vestirme. En media hora tengo que estar en el restaurante, así que no me puedo distraer. Me pongo una falda negra de tubo y una camisa blanca.

   Antes de irme, cojo a Lucy, cojo su correa y me la llevo a dar un paseo por el parque que hay justo delante de casa. No tengo más de diez minutos, así que el paseo va a ser más bien corto. Aunque... mirando este cielo grisáceo... en cinco minutos estamos de vuelta. Lucy odia los truenos y por lo que veo, no va a tardar mucho en manifestarse el primer estruendo.

   Al acabar el paseo y volver a casa, Annie ya se ha despertado y se está haciendo el desayuno. Entro en la cocina como un cohete, le doy un beso rápido en la mejilla haciendo que se le caiga la tostada, del revés, obviamente. Este hecho, creo que es un misterio que todavía no hay nadie que haya podido resolverlo. ¿Por qué siempre, y cuando digo siempre es siempre, cuando se te cae una tostada al suelo, cae del revés?

   - ¡Oye Cara! Relájate... - Me dice medio dormida.

   - ¡No, no, que llego tarde! - Digo y me voy por donde acababa de entrar.


   - ¡Buenos días Cara! ¿Te encuentras mejor? - Me dice Harley al verme.

   - Buenos días. ¿Mejor? ¿Por qué lo dices?

   - Hombre... ayer estabas... en fin. - Hay dios, es verdad, que vergüenza.

   - Oh, sí, estoy bien, tranquilo no te preocupes. Voy a cambiarme. - Mejor me saco el tema de encima lo más rápido que pueda...

   No sé por qué me esfuerzo tanto en arreglarme, si llevo el uniforme de Nando's. Bueno, porqué voy a engañarme a mí misma, sé muy bien por qué me arreglo. No puedo dejar que solo se esfuercen las chicas en hacer que surja la chispa entre Harley y yo...

   Suspiro tras suspiro, consigo entrar al restaurante. Me cambio y empiezo mi turno.

   - ¡Vamos Cara, ponte las pilas que hoy tenemos lleno! - Me dice Harley pasando rápido por mi lado y guiñándome el ojo.

   - ¡Por supuesto mi capitán! - ¿Por qué he dicho eso? Mejor no intento hacerme la graciosa por qué más bien parezco una completa "frikie". Vamos Cara, tu puedes...


   Ya he terminado el turno de mañana y me vuelvo a casa para comer.

   - Cara, la semana que viene es el cumpleaños de Payton. Cumple veinte y queremos prepararle una... fiesta. - Me dice Annie mientras comemos.

   - ¿Una... fiesta? - Digo alzando una ceja al decirlo con ese tono.

   - Sí, es que no queremos que sea la típica fiesta de cumpleaños, más bien una fiesta íntima, solo nosotras, nuestro grupo. Y tú también, si quieres, claro.

   - Sí, me apunto. ¿Cómo lo vais a hacer?

   - No lo sé, exactamente. Elinor había propuesto una noche de chicas, pero... esto lo hacemos continuamente. Yo quería hacerle algo diferente. - Se gira de espaldas hacia mí, pensativa. Y automáticamente vuelve a girarse otra vez. - ¡Ah! Y también quiero que vengan los chicos, obviamente. ¿A ti se te ocurre alguna idea?

   - Déjame pensar, que seguro que algo se me ocurre.

   Acabamos de comer y ya es hora de que vuelva a trabajar.

   - Oye Annie, ¿crees que debería llevarme el paraguas? Está a punto de llover...

   - No creo que llueva, en verano siempre hay éstos nubarrones oscuros y pocas veces acaba lloviendo... además, vas en metro.

   - Ya, bueno es igual, no lo cojo. Saca a Lucy a dar una vuelta, que no me da tiempo. Nos vemos luego.

   - Si, ahora bajo. Ves pensando en la fiesta de Payton.

   - Sí, sí, adiós.

   - Adiós.

   Mientras estoy en el metro, voy dándole vueltas a lo de la fiesta de Payton, quiero que se me ocurra algo original y que me feliciten por ello, pero... de memento no se me ocurre nada de nada, así que he de seguir pensando.

   Cuando voy a salir del metro, veo que ya llueve. Annie, Annie, Annie... en fin.

   No llueve mucho, así que prácticamente no me mojo yendo de la salida del metro hasta Nando's.

   Cuando llego, veo que el coche de Harley no está aparcado en la entrada como de costumbre, supongo que ésta tarde no habrá venido... solo por esto me dan ganas de llorar, pero me mantengo firme para que no se me corra el rímel justo antes de entrar.


   Casi es la hora de cerrar y veo que aparece el coche de Harley. Me da tal alegría que sin querer se me derrama una copa de vino medio vacía, encima de un cliente. Dios, tierra trágame.

   - ¿¡Pero, que no ves por dónde vas?! - Me grita el hombre, furioso.

   - Lo siento mucho de verdad. Ha sido un accidente... -   Le digo casi de rodillas. En este momento entre Harley y se acerca a nosotros.

   - ¿Qué ocurre? - Pregunta.

   - ¡Esta chica novata, que me ha tirada toda la copa de vino encima!

   - No se preocupe, a esta comida invita la casa para compensar las molestias, pero le agradecería que tuviera un poco más de respeto por este chica novata, como usted dice. - Me quedo de piedra al oír esas palabras. Que tierno...

   - Gracias Haz, te debo una. - Digo avergonzada.

   - No te preocupes, aún te falta un poco de práctica. Tampoco tenía por qué hablarte así. - Sonrío, me muerdo el labio, sonrío... mientras sus verdes ojos me penetran la mirada y hacen brillar los míos.

___________________ (IF I COULD FLY)

   Acabo el turno y veo que cada vez llueve más fuerte y, que gracias a Annie, no tengo paraguas. Me quedo en la puerta, contemplando la luna llena y esperando a que, por un milagro, afloje la lluvia.

   Al cabo de pocos segundos, me doy cuenta de que Harley está a mi lado, mirando hacia la misma dirección que yo. Estamos solos. Nosotros, el dulce sonido de la lluvia, y la tenue luz blanca de la luna.

  Harley acaba de pasar su mano delicadamente alrededor de mi cintura y me doy cuenta de que se ha reducido la cantidad de aire entre nuestros cuerpos.

  Una ligera corriente eléctrica me recorre todo el cuerpo cuando me coge de la mano, y me lleva bajo la luz de la luna llena. Bajo la misma que observábamos hace un instante y que ahora nos observa ella a nosotros... da un minúsculo paso más hacia mí y el aire que quedaba entre nosotros ya no existe, me agarra más fuerte por la cintura y sigue mirándome fijamente a los ojos como si no hubiera un mañana. Mi cuerpo tiembla, y ya hace varios segundos que he dejado de respirar y de sentir las frías gotas de lluvia derramándose por mis mejillas y empapándome el pelo y toda la ropa.

  El ritmo de nuestros corazones se une al de nuestra rápida respiración... y, cuando creo que ya no puedo sentir nada más fuerte ni más intenso, me besa.

ALGO MARAVILLOSO...       (Con Amor, H.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora