Capítulo 16
«Hoy deseo la sensación que me daban tus dedos al recorrer mi piel... Y he caído en cuenta de que tenían algo especial, como si yo fuese tan única como las teclas de marfil de tu piano, el que tratabas como si fuese de cristal, con cuidado, con cariño; y saberme merecedora de tu cariño es incluso mejor que saberme merecedora de tu tiempo, o de tu vida».
Era miércoles en la tarde, mis clases habían acabado y conversaba con Lilly sobre la tocata Flores de primavera. Morrison me había dejado organizarla, y para eso tuve que contactar algunos músicos. Con la ayuda de Aaron, que parecía casi más entusiasmado que yo, no se hizo difícil.
Por otro lado, Daniel y yo no habíamos hablado nada además de los típicos «buenos días» y «buenas noches». Y sabía que a mi madre le dolía vernos así, pero no podía simplemente fingir que lo había perdonado por toda la ingratitud que demostró hacia mí por tantos meses, y tampoco podía abrazarlo y pretender que todo era como cuando él me contaba historias en las noches y me defendía de las polillas asesinas que me aterraban cuando era pequeña.
La vida pasa y uno no se da cuenta de ello hasta que mira hacia el pasado y nota cuanto han cambiado las cosas, cuanto anhela algunas y cuanto agradece haber superado otras.
—Entonces, ¿qué día escogiste?
—El jueves en la tarde.
—Mm... —Lilly mordió su labio e hizo un gesto pensativo, como si revisara su agenda mentalmente—. Genial, el jueves no tengo nada, podré acompañarte. Por cierto, ¿Aaron ya consiguió una banda?
—Sí, buscó en internet y se contactó con un grupo.
—¿Cómo se llama?
—Flying cows.
Abrió los ojos como platos.
—Espero que su música no sea tan mala como su nombre...
Reí.
—Escuché una canción, no son malos, tranquila. —Llegamos al baño de la academia. Lilly sacó su estuche de maquillaje y pintó un poco sus labios, yo solo arreglé mi cabello, que no tenía un buen día.
—¿Sabes? Será asombroso ir contigo a Cambridge, en serio, podremos conocerlo juntas.
—Yo también estoy muy ansiosa. —Bebí un poco de agua y refresqué mi rostro.
El móvil de Lilly comenzó a sonar. Contestó y frunció el ceño extrañada.
—¿Diga? —No logré escuchar la voz del otro lado, pero por la reacción que ella tuvo, no fue nada bueno. Pronto cortó y bufó con frustración—. Debo irme.
—¿Pasó algo malo?
—Nada de otro mundo, solo un problema familiar. Te veo mañana en el café, ¿sí?
—Claro —intenté sonreírle. Tomó sus cosas y se apresuró a salir, mientras yo seguía arreglando el desastre de mi cabello.
Poco después de eso, vi la hora. Faltaban unos minutos para que John terminara su última clase, y nos habíamos puesto de acuerdo para ir a comer después de eso. Lo que significaba que yo debía matar el tiempo haciendo algo, y verme en el espejo me hacía sentir demasiado egocéntrica como para seguir ahí más de un minuto.
Tomé mi bolso, salí del baño y caminé a pasos lentos por el corredor.
—Hola —escuché la voz de una chica a mi espalda. Volteé y la vi con atención. Sabía que la había visto antes, pero no recordaba dónde.
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Inolvidable ©
Romance"Era libre, como la brisa de verano, sin embargo él se sentía prisionero de esa libertad. Cálido, como los rayos de sol, aunque vivía con frío incluso los días más ardientes. Amable, como le enseñaron a ser por cortesía desde pequeño, solo que con c...