Seattle

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Riley P.O.V.

Ahora mismo sin las 6:00 de la mañana, nos tenemos que ir enseguida, todos están durmiendo pero yo ya no tengo sueño.

Mientras que Amanda duerme profundamente yo me visto y salgo de mi tienda de acampar. Cuando salgo afuera siento el viento en mi cara. Echaré de menos mi ciudad y a mi familia pero soy feliz y eso es lo que cuenta.

Me estiro un poco y sonrío porque veo a James sentado y mirando el amanecer, así que voy caminando sin hacer ruido y me pongo detrás de el.

—¡Bu!—le dije poniendo mis manos en sus hombros a lo que él de un susto se da la vuelta y me sonríe.

—Me has asustado.—me dijo aliviado, entonces volvió a girarse y a contemplar el cielo.

Entonces yo me senté a su lado.

—¿Estas bien?—le pregunté procupada ya que él nunca hace este tipo de cosas.

—Si, bueno te mentiría si te digo que estoy bien.—susurró mirando la ciudad.

—¿Y entonces que ocurre?—le pregunté sonriendo.

—Es que a veces te miro y me imagino que tienes sentimientos encontrados en Luke.—entonces mi expresión cambió a una seria,  miré hacia delante y pude notar que él fijó su vista en mi.—Y que no sabes si realmente quieres estar conmigo y que en un momento dudaste si querías.—volvió a hablar serio y me cogió de la barbilla haciendo que le mire.—Mis padres se han ido y tu también tarde o temprano lo harás.—me dijo serio.

—James, te he dicho un millón de veces que no lo haré ¿porque te empeñas en que lo voy a hacer?—le pregunté confundida y algo molesta.—Te quiero, siempre lo haré y lo que pasó con Luke pues sólo fue una ilusión, me sigue gustando pero te quiero a ti.—le dije cruzándome de brazos.

—Pues es eso lo que me pasa.—me dijo con media sonrisa.

—¿Y porque piensas en eso si ya lo hablamos?—le pregunté confusa.

—Pues porque ahora que haremos este gran viaje estoy pensando en donde pasará el experimento.—me sonrió pícaro y yo sonreí y miré de nuevo la ciudad.

—¿Y donde piensas que pasará?—le pregunté sonriente.

—Pues es una sorpresa.—me sonrió, entonces yo le devolví la sonrisa.—Te quiero.—me dijo cogiendome de la mano

—Yo también.—entonces nos abrazamos un rato, luego nos miramos y nuestros labios chocaron durante un par de minutos. Luego nos volvimos a abrazar.

—¿Estas emocionada por el viaje?—me preguntó cuando nos separamos.

—Si, bueno un poco asustada porque Amanda, Richelle, Michelle, Noah y yo somos menores y seguramente nos perseguirán las autoridades.—le dije preocupada pero tengo razones de estarlo, nuestros padres son capaces de buscarnos hasta en el océano.

—Lo se pero estaremos bien, recorreremos los Estados Unidos sin reglas, ni límites ni dramas y si nos persiguen nos escaparemos pero créeme nadie te va a alejar de mi.—me dijo cogiendome las manos.

—¿Me lo prometes?—le pregunté seria.

—Te lo juro.—me dijo sonriente.

—Pues no rompas tu juramento nunca.—entonces entrlazamos los dedos meñique y sonreimos.

Nos quedamos hablando un rato más hasta que escuchamos a los demás

—¡Buenos días chicos!—nos saludó Richelle sonriendo.

—¡No me has dejado dormir en toda la noche!—me dijo Amanda sonriente.

—¿Y porque no te dejo dormir?—le preguntó Noah confundido.

The Next Step: El Viaje De Nuestras VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora