Dudas

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Riley P.O.V.

Después de ayer por la noche nos fuimos a dormir y la verdad es que ha sido el mejor San Juan que he tenido de regalo de cumpleaños.

Pero la verdad es que no estoy muy contenta.
Hecho de menos a mi familia y aunque ayer haya dicho que no lo hacía y que esta era mi nueva familia, cuando nos fuimos a dormir me di cuenta de que la hecho de menos aunque Ella este en mi casa, hecho de menos mis gatos, Emily, mis padres y la sensación de sentirse en casa.

Estoy contenta por estar con James, Richelle y Noah aquí pero, nos arriesgamos a muchas cosas, a ser encerrados en la cárcel los que son mayores de edad y los que somos menores nos encerrarian en un centro de menores y creo que después del susto en Seattle y las noticias, el periódico y que la gente nos reconozca, nos está empezando a perjudicar y se que nos lo pasamos muy bien en Seattle, pero creo que es hora de volver a casa.

Estamos en el coche con el mismo orden de siempre y estoy mirando la ventana, en una hora y media llegaríamos a Portland.

Estaban todos riendo y hablando pero digamos que no estaba atenta a la conversación.

—¿Y tu que dices Riley?—me preguntó Amanda sacándome de mis pensamientos.

—¿Que?—le dije sin saber de qué estaban hablando.

—Oye, estas en la nuves, ¿que pasa?—me preguntó dándose la vuelta para mirarme ya que estaba en el asiento de delante.

—¿A mi? Nada ¿porque?—le dije confundida.

—Porque estamos hablando y no sabemos en donde está tu cabeza.—me dijo riendo, entonces Noah y Richelle me miraron ya que estaban al lado mío.

—Estoy pensando.—le dije seria y jugando con mis dedos.

—¿En que?—me preguntó ahora West.

—En nada.—le dije pensándome lo mejor y sin decir nada de lo que pienso.

—Vamos, ¡puedes confiar en nosotros!—me dijo Amanda sonriente.

—No, no es nada ya os lo diré si hace falta.—les dije y asintieron, entonces volvieron en sus conversaciones.

—¿HNH?—me preguntaron Noah y Richelle a la vez y yo asentí, creo que ellos son en los únicos en los que puedo confiar.

Richelle P.O.V.

Sé que Riley está extraña y Noah y yo sabemos perfectamente que le pasa algo, pero nos lo dira después.

Acabábamos de llegar a Portland y estamos en un bungalow pidiendo unos dos departamentos con una cama y tres más con dos.

Los bungalows son apartamentos que podemos rentar, podemos cocinar y limpiar. Nos quedaremos una semana o menos, depende de que la gente nos descubra o no.

—Chicos, hay dos departamentos con una sola cama y una sola habitación, ¿que hacemos?—preguntó West.

—En un apartamento podemos estar Riley y yo.—dijo James con su brazo alrededor de Riley.

—Si, me parece buena idea y en otra podemos ir Michelle y yo.—dijo Eldon.

—Si y en una de las que quedan iremos Noah y yo juntos.—dijo West.

—Si y yo podría con Thalia en una y Amanda en una sola.—dije yo y todos asentimos y cogimos nuestras maletas.

Todos empezaron a coger las maletas, James cogió sus maletas y las de Riley, entonces empezaron a dirigirse hacia su respectivo apartamento pero yo le cogí del brazo a Riley antes de que se fuera.

—Oye, tengo algo que decirte, ¿podemos hablar?—le pregunté seria y ella asintió.

—Ahora voy, sólo esperame un momento.—le dijo Riley a James con un expresión seria.

—Esta bien.—le dijo él y se fue con las maletas dejándonos solas.

—¿Que pasa?—me preguntó cruzándose de brazos.

—Eso te debería de preguntar yo ¿no crees?—le dije sonriendo.

—Ah lo de esta mañana.—me dijo sonriendo.

—Oye ¿que te ocurre?—le pregunté ahora seria.

—Nada, es que creo que es hora de volver a casa.—me dijo ella seria y encogiéndose de hombros.

—¿Porqué? Si nos lo estamos pasando de maravilla.—le dije algo confusa.

—Si, pero creo que hecho de menos a mis padres y a Em.—me dijo seria.

—Pero tienes a tus amigos.—respondí.

—Lo se pero hecho de menos estar en casa, en mi ventana mirando mi hermosa ciudad mientras nieva, hecho de menos quedarme en tu casa o en la de Noah a dormir los tres con Emily, ¿te acuerdas de esa sensación de estar en casa?—me preguntó ella con una pequeña sonrisa en los labios.

—S-si, me acuerdo.—le dije cabizbaja.

—Creo que quiero volver a casa.—me dijo ella finalmente.

—Pero estamos bien, somos felices, todo lo que pasamos en Seattle y imagínate lo que está por venir, celebrarse tus 17 años con nosotros y anteayer fue tu primera vez con alguien, hemos vivido cosas que en mucho tiempo en Toronto no hemos hecho.—le dije sonriendo y ella me sonrió.—¿De verdad quieres renunciar a todo esto?—le dije seria.

—N-no pues claro que no.—me respondió mirando a sus anillos.

—Entonces no quiero volver a escucharte decir que hechas de menos Toronto, ¿te quedo claro?—le dije riendo y ella asintió.

—Gracias Richelle.—me dijo sonriendo y nos abrazamos, se fue en su habitación y yo me dirigí en la mía.

He hecho mi trabajo.

James P.O.V.

Riley se quedó hablando con Richelle y yo estoy en la habitación del apartamento organizando las ropas y entonces entró ella sonriendo.

—¿Que pasa?—le pregunté curioso.

—Nada, sólo que...—hizo una pausa.—¿Sabes que? Olvídalo, no es nada.—me dijo sonriendo.

—Vamos ¡dímelo! ¡¿Todavía no confias en mi?!—le dije sonriendo pero algo ofendido.

—No es eso, sólo que son tonterías nada mas.—me dijo riendo.

—Esta bien, ¿nada grave?—le dije y ella sonrió.

—No.

—Bueno ¿sabes en que estaba pensando?—le dije pícaro.

—¿En que?—me preguntó ella curiosa.

—Pues en que ya que he organizado todas las ropas y está todo sus sitio, porque no celebramos y estrenamos ahora Portland y está hermosa cama.—le dije pícaro acercándome a ella, ella río sabiendo a lo que me refería.

—Esta bien.—me dijo ella riendo y nos besamos.

En dos o tres minutos después nuestras ropas estaban en cada rincón de la habitación.
Pasó lo que tenía que pasar y estábamos tumbados en la cama tapados por la sábanas abrazados y hablando.

—¿Estas segura de que está todo bien?—le volví a preguntar y ella rio.

—Si, no te preocupes.—me dijo sonriendo y me puse encima suyo.

—Te quiero.—le dije y nos besamos.

—Yo también.—me dijo y nos volvimos a besar.

—¿Que tal si hacemos una segunda ronda?—le dije yo pícaro y ella asintió.

—Estoy lista.—me dijo y nos volvimos a besar.

Creo que vamos a estar asi durante mucho tiempo.

The Next Step: El Viaje De Nuestras VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora