The Next Step: El Viaje De Nuestras Vidas

De vuelta a Toronto

Riley P.O.V

Estaba en mi habitacion pensando en todo lo que estaba pasando hemos llegado recién hace una semana y no he hablado con nadie del estudio ni siquiera James. El es la última persona con la que quiero hablar ahora mismo. De manera que he pasado toda esta semana con Emily y nos hemos ayudado la una con la otra esta última semana ya que sabe todo lo que pasó en Miami y yo la he ayudado con su recuperación y va bien.

—Riles, ¿puedo pasar?—me preguntó por detrás de la puerta.

—Si pasa Em—le respondí y ella entró en mi habitación .—¿Que pasa?—pregunté curiosa dejando mi diario a un lado de la cama.

—He estado pensando en que hace tiempo en que no pasamos una tarde entre hermanas.—me explicó sonriente.—Y me gustaría pasar el día por Toronto contigo. Ya sabes algún helado, paseamos, vamos al cine...en fin una tarde entre nosotras, ¿Que te parece?

—Si, es buena idea.—respondí sonriente.

—Tranquila, ya verás que lo de James va a solucionarse.—se sentó a mi lado.—Sabes que después de toda tormenta siempre sale un arcoiris ¿no?—me preguntó mi hermana.

—Si, tienes razón.—le dije sonriente, de alguna manera u otra ella es la única persona que me puede hacer reír en este momento.

—Siempre la tengo.—me dijo enorgullecida.

—Bueno ¿vamos?—le pregunté levantándome de la cama para podernos ir.

—Si, pero primero tenemos que hablar de James.—me dijo ella agarrándome del brazo y sentándome en la cama.

—Emily no quiero hablar de él.—le dije después de mirarla con una mirada de súplica para poder dejar de hablar hablar de ese tema.

—Oye, Riley entiendo que estés dolida pero sabes que no puedes huir siempre de él, ¿lo sabes no?—me preguntó mirándome fijamente en los ojos.

—Lo se, pero todabia no estoy lista para hablar con él.

—¿Entonces cuando lo estarás?—me preguntó de nuevo.—Por que sabes que el tiempo corre y no se para.—en cienrto modo tenía razón.

—Lo se pero necesito tiempo, las cosas han pasado muy rápido y necesito hacerme a la idea de los nuevos cambios ¿vale?

—Vale.—se rindió ella.—¿Pero me prometes que irás a hablar con el cuando estés lista?—me preguntó.

—Si, te lo prometo pero ¿podemos irnos ya?Tengo hambre y quiero churros.—le dije con una mirada asesina a la que respondió con una amplia sonrisa.

—¡Esta bien!—me dijo y en eso nos levantamos y salimos de casa a dar una vuelta por la ciudad.

Me hubiese encantado que nada de esto hubiera pasado pero todo pasa por algo y como dicen mis padres ESTO ES VIDA, SI NO HAY OBSTÁCULOS NO TENEMOS NADA POR LO QUE LUCHAR.